Opinión
El campo y la Constitución española
Ha llegado la hora de que deje de incumplirse ese artículo 130 y se equipare el nivel de vida del campo con el de la ciudad
Escribo en la tarde del 6 de diciembre, el día de la Constitución. Y en el artículo 130 de la Carta Magna que está vigente se dice lo siguiente: «1. Los poderes públicos atenderán a la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, de la agricultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesanía, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles. 2. Con el mismo fin, se dispensará un tratamiento especial a las zonas de montaña».
Resulta significativo que los «padres de la Constitución» decidieran citar expresamente a estos sectores, que, en aquellos años de finales de la década de los 70, tenían un nivel de vida muy inferior al que se registraba en otros y, en particular, respecto al medio urbano.
Han pasado más de cuarenta años de aquellos hechos y de que el texto se aprobase en las Cortes españolas y después fuese refrendado en referéndum por los españoles y, aunque la situación ha mejorado, bien se puede decir que agricultores, ganaderos y, en general, los habitantes del medio rural no tienen las mismas oportunidades que la gran mayoría de los que habitan en las ciudades y el medio urbano.
La mejor prueba de ello es que ha continuado la emigración del campo a la ciudad, lo que ha provocado el grave problema de despoblación y de desequilibrio territorial que padecemos actualmente en España.
Un ejemplo claro de esa discriminación que los constituyentes trataron de enmendar está ahora en el acceso a internet y a las nuevas tecnologías. Mientras que en las ciudades y el medio urbano no hay grandes problemas con carácter general, en el caso de las zonas rurales son muchos los pueblos en los que la cobertura de la telefonía móvil, o es poca o falla. En esos puntos, que son muchos, conectarse a internet es poco menos que un milagro y acceder a los contenidos de la red es tarea casi imposible.
Toca hacer un esfuerzo para solucionar los problemas y evitar que continúe la tendencia a la concentración en grandes urbes.
Uno de los instrumentos básicos para garantizar el desarrollo rural es el acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación. Ese es también uno de los objetivos que persigue el Fondo de Recuperación lanzado por la Unión Europea, si es que alguna vez llega a ponerse en marcha, y de los 140.000 millones de euros que podrían venir a España. Ha llegado el momento de que deje de incumplirse ese artículo 130 de nuestra Carta Magna y se equipare el nivel de vida de todos de los españoles.
✕
Accede a tu cuenta para comentar