Finanzas
En España se puede afirmar que la inversión sí es cosa de mujeres. Prueba de ello es que el 22% de los gestores de fondos son féminas. Alrededor de 80 profesionales de las inversión administran un patrimonio conjunto que asciende a 62.000 millones de euros, prácticamente la cuarta parte del total de activos.
Aunque aún lejos de la paridad, se trata, sin duda, de una proporción bastante elevada que sitúa a España a la cabeza de Europa, y en la segunda posición mundial, tan solo por detrás de Hong Kong, tal y como recoge el informe Alpha Female 2020 de Citywire. Este porcentaje contrasta con el de países de nuestro entorno, como Alemania, donde la cifra de gestoras apenas alcanza el 4%, o Reino Unido, con solo un 10%.
Tradicionalmente, se ha asociado a las mujeres en general, y a las gestoras en particular, con la prudencia. Sin embargo, a nuestras «reinas» de la inversión no les gusta este «cliché». A su juicio, la cautela la da el carácter y no el género. Y, por supuesto, al igual que los hombres, también asumen riesgos, porque, en el mundo de la inversión, tan importante es ser prudente como ser valiente.
Lola Solana (Santander AM)
«Audentes fortuna iuvat» («La fortuna sonríe a los audaces». Lola Solana cita este verso de Virgilio en «La Eneida» para referirse al trabajo de un gestor de fondos. En su opinión, su labor se debe fundamentar en tomar decisiones y en tomarlas antes que los demás. Y es que la inversión tiene una máxima: sin riesgo no hay ganancia, y Lola Solana busca siempre la rentabilidad para sus clientes. Con más de 25 años de experiencia, desde 2004, gestiona Santander Small Caps España, un fondo pionero en nuestro país al centrarse en compañías de pequeña y mediana capitalización, y que cuenta con la peculiaridad de que es el único que, desde su lanzamiento, ha sido gestionado por la misma persona. Además de los fondos Small Caps, también se encarga de la parte de renta variable de la gama Santander Sostenible y Santander Equality Acciones. En total, gestiona un patrimonio de 1.850 millones de euros. Todo ello la convierte no solo en toda una pionera en el mundo de la inversión, sino también en una de las más reconocidas. Su decisión de dedicarse a este mundo llegó tarde. De pequeña quería ser escritora –un sueño que finalmente ha hecho realidad con la publicación de «La cruz de madera», un libro dedicado a su madre–. También pensó en ser médico y, después, abogada... Hasta que descubrió que dedicándose a la inversión podría ser un poco de todo aquello en lo que invertía. «Decidí dedicarme a este sector porque es un trabajo analítico y, al mismo tiempo, social y enriquecedor intelectualmente, donde cada día es un reto, una lucha continua contra eventos esperados e inesperados. Es como jugar una partida de ajedrez donde no basta con ser buen jugador, tienes que jugar bien, y eso es muy motivador», asegura. Confiesa que nunca hace estrategias de derivados, ni invierte en contra del mercado ni de una compañía. «Solo tengo en el radar las empresas en las que veo potencial y acabo invirtiendo en aquellas a las que tanto yo como mi equipo conocemos bien, en las que vemos crecimiento y rentabilidad a largo plazo y cuyo negocio nos entusiasma», explica. Pero, además, Solana, a la hora de invertir en una compañía, se fija, y mucho, en las personas. «Sobre todo invertimos en empresas donde el equipo directivo es solvente, comprometido y ético. No olvidemos que invertimos en negocios, pero lo dirigen personas y, al final, lo importante son ellas», añade. En un universo tradicionalmente de hombres, Solana se alegra del cada vez mayor interés de las jóvenes por dedicarse a la inversión. «Ahora, conozco a muchas chicas jóvenes cuya ilusión es ser gestoras de fondos, y quieren serlo por tres motivos: conseguir rentabilidad para sus clientes, generar riqueza para nuestro país y cambiar el mundo a través de las empresas en las que invierten», afirma.
Ana Isabel Laín (Ibercaja)
A Ana Isabel Laín, jefa de Inversiones de Ibercaja Vida, siempre le gustaron las finanzas. Sin embargo, se dedicó a este mundo por casualidad. Ibercaja buscaba recién egresados para un nuevo proyecto: su gestora de fondos de inversión. Laín se presentó al proceso de selección y fue elegida. Reconoce que, desde el primer momento, la gestión de activos la atrapó. Actualmente, el volumen de activos gestionado por Ibercaja Vida, el área de inversiones que dirige, asciende a 6.745 millones de euros. Pese a que le encanta su trabajo, asegura que no es un sector cómodo para la mujer, por ser principalmente masculino y por su exigencia de horarios y viajes que dificultan la conciliación. «Las bajas por maternidad son difíciles de llevar siendo gestora de activos: los mercados financieros no se detienen y no permiten hacer mucha parada sin perder su evolución», expone. Para Laín, a la hora de invertir es necesario intuir los riesgos antes de que se materialicen, y pese a que cree que la prudencia es una buena cualidad para un gestor, no opina que vaya ligada al sexo. «El inversor prudente nace y también se hace a lo largo de su trayectoria, de los errores se aprende más que de los aciertos. La diversificación de las carteras, el buen análisis previo y de seguimiento de las empresas y del entorno, son necesarias en la gestión de las inversiones para obtener retornos atractivos controlando el riesgo. Pero también es indispensable tener la humildad suficiente para no creerse en posesión de la verdad absoluta y arriesgar por tanto más de lo conveniente por exceso de seguridad».
Carmen García Navarro/Ana María Conesa (Renta 4)
Carmen García Navarro es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid. Finalizó sus estudios con la obtención del Premio Extraordinario al mejor expediente de su promoción. Además, es CFA (Chartered Financial Analyst), examen que aprobó en su primer intento. En 2009 se incorporó a Renta 4 como analista fundamental en el equipo de gestión de fondos y, actualmente, gestiona, entre otros, Renta 4 Valor Relativo. Considera que la estrategia de las mujeres a la hora de invertir no es que sea más prudente, sino menos impulsiva. «No son pocas las veces a la hora de tomar una decisión de inversión, en las que los primeros movimientos del mercado van conforme al titular, pero cuando uno entra a ver el fondo del asunto y analiza todas las consecuencias y efectos, se pone en valor si la reacción del mercado es o no excesiva o, incluso, si es errónea», subraya. En su opinión, el hecho de que en España casi uno de cada cuatro gestores sea mujer se debe a la búsqueda de talento en una industria que no para de crecer y en un mundo en el que ser de un género u otro no suma ni resta puntos. «En España, tenemos la suerte de contar con profesionales de gran prestigio y con una formación excelente, que nada tiene que envidiar al resto de países. Y los resultados se reflejan en el comportamiento de los fondos españoles que, en general, e independientemente de la geografía o tipología donde invierten, obtienen muy buenos resultados».
Por su parte, Ana María Conesa es licenciada en Matemáticas y master en Matemáticas Aplicadas con especialización en Finanzas por la Universidad de Murcia. Tras cinco años gestionando renta variable, en 2018, asumió el reto de la gestión en Smart Beta, una nueva forma de gestionar que, hoy, se ha convertido en uno de los activos preferidos por los inversores y en una tendencia cada vez mayor. A su juicio, las empresas están apostando más por la valía del profesional independientemente de su género. «La presencia de la mujer en altos cargos, o puestos directivos ha constatado tener resultados iguales o incluso mejores, que puestos ocupados por hombres, de ahí que aumente este porcentaje». Ana Maria Conesa gestiona 10, 7 millones de euros y Carmen García Navarro entre fondos de inversión y planes de pensiones 2.650 millones de euros.
Andrea Gallo (BBVA)
En el equipo de Renta Variable España-Europa de BBVA gestionan de forma conjunta un total de más de 2.000 millones de euros entre fondos de pensiones y fondos de inversión. Andrea Gallo, licenciada en Finanzas y Contabilidad por la Universidad Carlos III, forma parte de ese equipo. Gestora de fondos de inversión con más de cinco años de experiencia en el análisis de acciones europeas y globales, fue ganadora de la V edición del programa BBVA AM-IEB, donde cursó el Master de gestión de carteras. A la pregunta de si la prudencia es una cualidad de las mujeres a la hora de invertir, Gallo no cree que sea una cuestión de género, sino de perfil inversor. «En el equipo somos cinco y no me considero más prudente que el resto. Cada persona del equipo tiene unas cualidades diferenciales que hace que la gestión esté balanceada y bajo mi punto de vista, lo importante es encontrar perfiles que te den ese equilibrio». Explica su estrategia a la hora de invertir: «Seguimos un proceso inversor orientado al largo plazo. Analizamos en detalle cada una de las compañías que componen la cartera, con la certeza de que más allá de las fluctuaciones de corto plazo, el mercado termina poniendo en valor los fundamentales de las buenas compañías».
Iciar Puell (Bankia)
Iciar Puellgestiona desde marzo de 2007 el fondo Bankia Small & Mid caps España, que actualmente tiene 135 millones de euros de patrimonio. El fondo trata de buscar las oportunidades de inversión más interesantes en el tejido empresarial español. Puell gestiona también el fondo Bankia Dividendo España, que tiene casi 40 millones de euros de patrimonio. Comenta que le «encanta su trabajo» tras llevar más de 20 años en el mundo de las inversiones. «Puede que haya más hombres que mujeres en términos generales, pero la verdad es que está cambiando y avanzando mucho. En mi equipo somos tres mujeres, y cuando vamos a ver empresas con otros inversores ya no somos siempre una minoría». A Puell le «gusta buscar historias empresariales que otros no han visto, muchas veces porque son empresas pequeñas que los inversores pasan por alto y no reparan en su potencial. Pero en definitiva no creo que sea un tema de género, es más un asunto de haber dedicado mucho trabajo».
Erika Vidal /Rebeca Martínez de Paz/ María Portillo/Esther Álvarez (Mutuactivos)
Las cuatro forman parte del equipo de gestión de renta fija de Mutuactivos, donde administran un patrimonio en fondos de renta fija de en torno a los 6.000 millones de euros.Erika Vidal está especializada en deuda pública, mientras que Rebeca Martínez de Paz centra su labor en el análisis y gestión de renta fija corporativa; María Portillo está al cargo de los activos de renta fija del sector financiero y Esther Álvarez está especializada en tesorería y corto plazo. Su experiencia (todas llevan más de 15 años en gestión de renta fija) y conocimiento del mercado las ha llevado a colocar a varios de los fondos de inversión de Mutuactivos en los primeros puestos del ránking de rentabilidad (Mutuafondo FI, Mutuafondo Corto Plazo, Mutuafondo Largo plazo…) y a recibir numerosos premios. Responden que en Mutuactivos, las decisiones de inversión las toman de forma consensuada. «En renta fija, participamos los ocho miembros del equipo (cuatro hombres y cuatro mujeres) con un enfoque “bottom-up”, es decir, teniendo en cuenta primero los fundamentales/balances de los emisores y después el entorno macroeconómico en el que nos encontramos». No creen que saber invertir tenga más que ver con el género sino con la personalidad, «que te lleva a tener una mayor o menor aversión al riesgo».