El año de la gran movilización del campo

El campo español comenzó el año que ahora finaliza con una oleada de movilizaciones, la más importante de este siglo, en reivindicación de lo que llamaba «precios justos». La llegada de la pandemia cortó en seco las protestas, que iban a intensificarse. Desde el Ministerio dirigido por Luis Planas prometieron el oro y el moro mediante la creación de mesas para estudiar los problemas y buscar soluciones. Pero las buenas palabras se quedaron en eso, en buenas palabras. Las famosas «mesas» se han reunido un par de veces en el mejor de los casos, pero no han arrojado medidas concretas; en el peor de los casos, ni se han llegado a reunir.

Los problemas siguen ahí, y prueba de ello son las manifestaciones en Cataluña la semana pasada. Desde las organizaciones y las cooperativas han anunciado nuevas protestas, que comenzarán por las del sector del tabaco en Extremadura, justo pocas horas después de que niños y mayores hayan abierto los regalos traídos por los Reyes Magos. En el sector del aceite de oliva tampoco están muy contentos debido a los bajos precios de los últimos años, que ponen en peligro al llamado olivar tradicional y, sobre todo, al que está enclavado en zonas con pendiente o de montaña. Mientras las actuales cotizaciones son rentables para el olivar intensivo y superintensivo, no lo son en absoluto para el tradicional. También se anuncian movilizaciones en el horizonte.

Mientras tanto, desde el punto de vista de la UE, 2020 nos deja un acuerdo sobre el Marco Financiero 2021-27, despejando así la incógnita del dinero que habrá financiar la PAC en ese periodo. Por otro lado, se aprobó también el Fondo de Recuperación, del que España podría arañar unos 140.000 millones, siempre que haga las cosas bien. Lamentablemente, al Ministerio de Agricultura solo ha correspondido el 0,75% de los fondos.Una limosna que refleja el escaso peso político que tiene Luis Planas. Por otro lado, también se cerró el acuerdo político sobre la PAC en el Consejo Agrícola. Ahora están las reuniones en trílogo con el Parlamento y la Comisión para solucionar sus diferencias. Este será uno de los asuntos estrella del nuevo año.