Mercado laboral
El empleo podría caer hasta un 10% en enero y febrero
La campaña de rebajas no podrá parar el golpe de la COVID-19. Cataluña se sitúa a la cabeza en contratos y Extremadura a la cola
La campaña de rebajas que comenzó esta semana en toda España no bastará para frenar el duro golpe que el mercado laboral está recibiendo a consecuencia de la pandemia. La tercera ola de contagios afectará muy negativamente en estos meses tan esperados por los comerciantes. Así, durante los meses de enero y febrero podría experimentarse una caída de la contratación de entre el 5% y el 10% con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone la firma de más de 167.999 contratos en nuestro país, según previsiones de Adecco.
Pese al desplome de ciertos sectores importantes como la hostelería y el turismo, otros como el comercio electrónico seguirán impulsando la economía. Y es que la campaña de rebajas supondrá una continuación de la tendencia experimentada durante el periodo de Black Friday y Navidad, con el auge del e-commerce. Como es habitual en las rebajas, el comercio físico y el retail serán también protagonistas, aunque crearán empleo a menor ritmo que otros años, según fuentes de Adecco.
En cuanto a la distribución regional de la campaña de rebajas, todas las comunidades experimentarán una caída. Un año más Cataluña se sitúa a la cabeza en creación de empleo, siendo la comunidad autónoma que más contrataciones realice, cerca de 30.000. Detrás de ella, se sitúa la Comunidad de Madrid, con casi 23.700 empleos, la Región de Murcia, con más de 20.000, seguida muy de cerca por Andalucía, con 19.500. Superará los 18.000 contratos la Comunidad Valenciana (18.700) que cerrará el top 5. Entre las cinco aglutinan prácticamente el 60% del empleo que se generará en estos dos meses.
A partir de este punto, las contrataciones descienden notablemente en cuanto a número absoluto de contratos firmados. Aquí se ubican Castilla y León, con cerca de 9.300 empleos, Galicia, con más de 9.000, y el País Vasco, donde se firmarán más de 7.400 nuevos puestos de trabajo. Entre los 5.000 y los 4.000 empleos se posicionan Canarias (5.700), Aragón (5.600), Castilla-La Mancha (5.200), Navarra (4.900) y Cantabria (4.100). Hacia la mitad baja de la tabla se sitúan Asturias, donde se esperan alcanzar cerca de las 1.500 contrataciones –dependiendo de la situación sanitaria–, y La Rioja, con la previsión de más de 1.300 nuevos puestos de trabajo. El ranking autonómico lo cierran las regiones de Baleares, con más de 630 nuevos empleos, y otro año más Extremadura, con 460 contratos.
Todo esto después de que 2020 cerrara con los peores datos de empleo de los últimos siete años con una caída de la afiliación a la Seguridad Social en el conjunto del año de 360.105 personas. Recuérdese que en el conjunto de 2019 la afiliación creció en 384.373 personas, por lo que se ha pasado en un año de ver crecer el empleo a un ritmo cercano al 2% a registrar un descenso en 2020 de un 1,86%. Las cifras de afiliados incluyen a las personas en ERTE, que, o bien de manera total o parcial, no están trabajando pese a estar de alta en Seguridad Social. El año 2020 se ha cerrado con una cifra de 755.613 afectados por ERTE, que si bien está muy lejos de los casi 3,4 millones que se midieron en abril, debería tenerse en cuenta que figuran contabilizados dentro de los 19,05 millones de afiliados con los que se terminó el año 2020.
Por tanto, en términos de empleo, tanto los 360.000 afiliados menos como los 756.000 afectados por ERTE a final de año reflejan la pérdida de empleo que se ha experimentado, aunque en este último caso la relación laboral se mantiene viva y existe la posibilidad teórica de que se recupere en el futuro, como apuntan desde Randstad Research. En cuanto al desempleo, el 2020 también ha sido aciago, con un aumento del paro registrado de 724.532 personas, lo que ha elevado el total hasta los 3,89 millones, frente a los 3,16 millones con los que finalizó 2019.
Con este panorama, la gran pregunta ahora es qué se puede esperar de 2021. Fuentes de Infojobs responden que «no hay un plan de retorno más allá de esa prohibición de que las empresas que se hayan acogido a estos ERTE puedan despedir a los trabajadores afectados. Los fondos europeos para la recuperación a raíz de la COVID-19 –los 140.000 millones de euros que recibirá España del plan Next Generation– deberían paliar las necesidades de autónomos y pymes. Pero esa cuantía, por muy amplia que parezca, es finita y las necesidades de cada sector son diferentes».
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