Economía

Y se hizo la luz

Pablo Iglesias en una sesión de control del senado del año pasado
Pablo Iglesias en una sesión de control del senado del año pasadoCristina BejaranoLa Razón

Iglesias era tan listo-listísimo que nos iba a arreglar todos los problemas una vez que llegara al Gobierno. Lo primero, lo dijo 28 veces o más, era bajarnos el precio de la luz. Rajoy fue un miserable que la subió el 8 por ciento en cuatro años, qué barbaridad. Pero él no solo no-iba a subir el recibo, sino que lo bajaría de inmediato, sin descartar que algún día llegara incluso a suprimirlo. Cosa tan sencilla como coger el teléfono y llamar al presidente de una eléctrica cualquiera para decirle: mira fulano, o bajas la luz o te nacionalizamos el chiringuito. Tú verás.

Pues bien, un año después de ser nombrado Vice-Todo, nos sorprende su Gobierno con una escalada nada menos que del 28 por ciento en el recibo eléctrico, que se suma a las subidas del 6 por ciento del gas, el 11 de los envases de plásticos, el 11 de la coca-cola, y entre el 4 y el 14 las matriculaciones. De manera que en apenas un año ha logrado ya que España sea el país con la electricidad más cara, donde más han crecido los impuestos, con más parados, con menos ayuda a los autónomos y con más ministros de Europa. Claro que también dijo, o eso entendimos, que renunciaría al coche oficial, al aforamiento, se limitaría el sueldo, no llevaría escoltas y seguiría viviendo en Vallecas, en vez de en una mansión de dos-mil metros cuadrados protegida por la Guardia Civil. De eso ya nadie se acuerda. Él tampoco. Y es que no es lo mismo ladrar… que trabajar.

De manera que ahora, para salvar los muebles, la ha emprendido contra su propio Gobierno, a quien responsabiliza de subir la luz sin consultarle. Cuánta descortesía.

Hombre, siendo así siempre cabe una salida: dimitir. Pero no caerá esa breva.