Opinión

La Sierra de la Paramera y Teresa Ribera

La ministra de Transición Ecológica tenía multitud de razones para visitar la zona asolada por el incendio de Ávila mucho antes de acompañar a Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante una visita a las zonas afectadas por el incendio de Ávila
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante una visita a las zonas afectadas por el incendio de ÁvilaGustavo SerranoEuropa Press

Teresa Ribera, la vicepresidenta y ministra para Transición Ecológica acompañó ayer a Pedro Sánchez en su vista a la zona afectada por el incendio forestal que ha tenido lugar en la Sierra de la Paramera de Ávila. «Solo» han pasado nueve días desde que comenzó el fuego. Varias son las razones que deberían haber provocado la presencia de la ministra en esta zona con anterioridad. La primera, que se trata del mayor incendio en lo que va de año y uno de los más importantes de toda la historia de España. La segunda, que las competencias en materia de extinción del fuego son de su departamento. La tercera, que estamos ante un grave problema de carácter medioambiental, que también es cosa suya. La cuarta, que se trata de una zona con despoblamiento, otro de los asuntos englobados en su Ministerio, que también lo es del Reto Demográfico. Y, la quinta y última, porque la consecuencia más importante que se plantea a corto y medio plazo es el abastecimiento de agua a los pueblos afectados y, especialmente, la más que probable contaminación de los arroyos, ríos y embalses, por las cenizas y restos que ha provocado el fuego. Y esto, la contaminación del agua, también es de la competencia de Teresa Ribera.

Que se sepa, durante los nueve días que han transcurrido desde que comenzó a arder la Sierra de la Paramera hasta ayer domingo, nadie de alto nivel del Ejecutivo central, con excepción del delegado del Gobierno en Castilla y León, ha aparecido por esta zona. Ni Teresa Ribera ni el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ni Boya, ni el secretario general para el Reto Demográfico han acudido hasta allí para ver lo que estaba pasando o lo que ya había sucedido.

Vale que estamos en periodo vacacional, pero alguno de ellos bien se podía haber dado una vuelta por la zona devastada. Los habitantes de los pueblos, muchos de ellos dedicados a la ganadería, se lo merecían. ¡Ah! y esta es una de las zonas más afectadas por los ataques del lobo a explotaciones ganaderas, asunto de la competencia de Teresa Ribera también, que quiere cambiar la normativa vigente.