Mujer, andaluza y del sector servicios, el perfil del SMI

El debate sobre la necesidad de elevar el Salario Mínimo Interprofesional, anclado en los 950 euros mensuales desde 2020, cuando apenas se atisban los primeros brotes de recuperación divide a empresarios y sindicatos. También al propio Gobierno. Las instituciones alertan de los efectos perniciosos que tienen alzas elevadas, como el incremento del 22,3% que se vivió en 2019, cuando se pasaron de los 735,9 euros mensuales a 900. El Banco de España concluyó que este aumento provocó un menor crecimiento del empleo de entre unos 98.000 y 180.000 empleos, con una especial incidencia en los salarios más bajos.

Quizá por ello, aunque el Gobierno niega los efectos perniciosos, quiere una subida cosmética que contente a todos. Por eso, ofrece un alza de entre 12 y 19 euros, frente a los 25 euros demandados por UGT con la vista puesta en que el nuevo año arranque con otra subida, hasta alcanzar un SMI de 1.000 euros. La patronal no quiere ni oír hablar del tema este año, pero todo dependerá de los compromisos que se alcancen en otras mesas de diálogo, como la que aborda la contrarreforma laboral. Además, la CEOE recuerda que el 21% de los convenios que se están firmando este año contemplan la congelación salarial, que hay un 40% de paro juvenil y que cerca de 300.000 trabajadores siguen en ERTE.

Pero, ¿a quién afecta en concreto la posible subida del SMI?

Los datos muestran que el perfil al que más afecta la evolución del SMI es el de una mujer, de mediana edad, con alta rotación laboral y escasa cualificación y que vive en Andalucía y trabaja en la hostelería. Sin embargo, el mayor impacto afecta a los jóvenes y los inmigrantes, los que reciben por lo general salarios más bajos.

El Gobierno estima que apenas un 3,5% de los afiliados al régimen general de la Seguridad Social (15,2 millones) perciben el SMI. En total, 533.978 empleados. Pero pueden ser más. En un extenso informe sobre la mencionada subida de 2019, la central CC OO cifraba en hasta 1,2 millones de trabajadores los potenciales beneficiarios. El 65% de ellos con más de 32 años, muchos con hijos a cargo.

Pero para conocer con mayor exactitud el perfil de los trabajadores a los que afecta la evolución del SMI basta con tomar la última Encuesta anual de Estructura Salarial del INE de 2019. Y es que, en buena lógica, la ocupación es una de las variables que más influye en el nivel salarial. Así, los trabajadores menos remunerados fueron los no cualificados en servicios (excepto transportes), los trabajadores de los servicios de restauración y comercio, y los trabajadores de los servicios de salud y el cuidado de personas.

Otro condicionante es el sexo. Aunque en todas las ocupaciones las mujeres tuvieron un salario inferior al de los hombres, la mayor diferencia por sexo se produjo en el grupo de trabajadores no cualificados en servicios (excepto transportes). Según la Encuesta Cuatrienal de Estructura Salarial, el 20,6% de las mujeres tuvo ingresos menores o iguales que el SMI frente al 8,2% de los hombres. En consecuencia, las mujeres representan casi el 58% del total de posibles beneficiarios por la subida del SMI, según CC OO.

El tipo de jornada también determina el perfil. En 2019 el salario medio anual en la jornada a tiempo parcial fue un 59,9% inferior al de tiempo completo. Sin embargo, en este capítulo es la ganancia por hora la variable más relevante. En el caso de las mujeres, llegó a ser un 30,2% más baja. Además, los asalariados con contrato de duración determinada tuvieron un sueldo medio anual inferior en un 32,2% a los indefinidos, otro condicionante a tener en cuenta.

El resumen es que los contratados temporales representan el 45% del total de beneficiarios potenciales del SMI, en particular aquellos que sufren más la rotación. El 52,2% de los beneficiarios del alza tiene una antigüedad contractual inferior a los dos años.

La nacionalidad también influye. Los españoles fueron los únicos que tuvieron un salario superior a la media en 2019. Para el resto de trabajadores de la UE, el sueldo fue inferior en un 14,8% al de la media. Y para otras nacionalidades fue un 29% menor. Por tanto, según CC OO, aunque los españoles representan el 70% del total de beneficiarios de la subida, el impacto es más intenso para los trabajadores inmigrantes.

La edad es decisiva. Cabe destacar que las diferencias salariales por sexo son mayores con el aumento de la edad por la mejor cualificación de las mujeres más jóvenes respecto a las de mayor edad. En cualquier caso, los jóvenes de entre 16 y 24 años son el colectivo donde la subida del SMI tiene más relevancia, aunque el 49% de los perceptores del salario base tiene entre 35 y 54 años.

Por último, la mayor incidencia se da en Canarias (14,5%), Extremadura (12,9%), Murcia (10,1%) y Andalucía (10%), siendo esta la región de todas ellas con mayor población. Por tanto, casi el 21% de beneficiarios de la subida del SMI se localizan en Andalucía.