Escalada de la luz

Sánchez declara la guerra a las eléctricas

El presidente del Gobierno detraerá sus «beneficios extraordinarios» y anuncia el recorte del impuesto eléctrico al 0,5%, insuficiente ante el subidón de la luz

Que el Gobierno va a rebufo de los acontecimientos eléctricos es un hecho. Que necesita un chivo expiatorio también y qué mejor que las compañías eléctricas, a las que acusa de recibir unos beneficios desmedidos, y sobre las que aplicará el anunciado recorte a la retribución de las nucleares, hidroeléctricas y renovables que no están en el mercado regulado, unos 2.600 millones que deberán devolver a un fondo que gestionará la CNMC.

«Vamos detraer los beneficios extraordinarios que tienen las empresas energéticas», para redirigirlos a los consumidores, «topando» el recibo del gas y reduciendo así la factura de la luz, ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista de urgencia en TVE. «No es razonable que tengan esos beneficios extraordinarios. Tenemos que ser todos solidarios», ha remarcado Sánchez. Un torpedo directo a las compañías, que poco tienen que ver con los desmedidos precios de la luz.

Otro anuncio relevante para los consumidores es la rebaja del impuesto sobre la electricidad al 0,5% para reforzar el alivio sobre la factura final que pagan los más de diez millones acogidos a la tarifa regulada o PVPC. Sin embargo, la reducción nace corta de antemano ante los desbocados precios diarios de la luz en el mercado mayorista. Su traslación directa a los clientes del PVPC supera las propias proyecciones de los mercados de futuros eléctricos, que vaticinan una horquilla de entre 130 euros el megavatio hora y no más de 140 euros MWh hasta la próxima primavera, cuando está previsto que amaine el temporal alcista.

La media de los precios de los primeros 14 días de septiembre ha roto todos los techos, lo que podría dar al traste con los anuncios de Sánchez. El megavatio hora en el «pool» arroja un precio de 140,44 euros de media, un 32,6% más caro que el pagado de media en agosto, que ya batió todos los récords con 105,94 euros y dejó la factura más cara de la historia pese a las rebajas fiscales eléctricas puestas en marcha por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Los «dividendos» millonarios que arrojan para las arcas del Estado los tributos eléctricos con estos precios, que rondan de media en los últimos días los 150 euros por megavatio hora consumido, dan suficiente margen para reducir la presión en el recibo sin que mengüen los ingresos para el Fisco.

En concreto, el Gobierno dejará el impuesto eléctrico en el mínimo permitido del 0,5% por la UE, previsiblemente hasta final de año. El impuesto de electricidad grava con un 5,11% solo la suma de la facturación de la potencia contratada y de la energía consumida. Es decir, se aplica al total de la facturación por potencia contratada o «término fijo» –la suma del importe por peajes de transporte y distribución de potencia, los cargos de potencia y el margen de comercialización fijo–, y al de la facturación por energía consumida o «término variable», que no es otra cosa que la suma del importe por peajes de transporte y distribución de energía y los cargos de energía así como, finalmente, al coste de la energía.

Esta rebaja del impuesto de electricidad al 0,5% apenas supondrá un ahorro de un euro y medio para un recibo de 35 euros, correspondiente a una vivienda con dos personas. Esta medida entonces servirá para amortiguar el impacto en la factura.

El Gobierno ya rebajó el pasado 24 de junio y hasta finales de año el IVA que grava el recibo eléctrico del 21% al 10%, lo que supone una merma de ingresos de 1.400 millones para las arcas del Estado sobre lo que se ingresaría con los actuales precios, según dijo Sánchez. Asimismo, suspendió durante el tercer trimestre el impuesto a la generación eléctrica (7%) que pagan las productoras, una moratoria que ahora se ampliará también hasta finales de año, según avanzó Ribera. La realidad es que los precios, como ha ocurrido en agosto, han fagocitado las medidas del Gobierno.

De récord en récord

Con el megavatio hora de media un 14,6% más elevado que el mes de julio, Facua ha estimado que la factura del usuario medio se ha elevado hasta los 93 euros mensuales. Facua realiza una media con una potencia de 4,4 kW y un consumo de 366 kWh mensuales. Esto supone un 46% más que en el mismo periodo del año pasado, lo que en dinero contante y sonante son 29 euros más al mes que en agosto de 2020.

La subida frente al mes pasado es así de 7,7 euros. Si el Gobierno no hubiera bajado el IVA al 10% para las facturas emitidas desde el 26 junio hasta final de año, la factura de agosto habría alcanzado los 102,4 euros.

Doce euros más

La última estimación de Facua para la factura de septiembre, tomando solo los siete primeros días, arrojaba un recibo final estratosférico de casi 105 euros de media, según sus baremos, doce euros más que la de agosto y eso sin tener en cuenta la escalada de los últimos días, en los que el precio no ha dejado de batir récords. Así, el precio medio del MWh fijado para hoy es de 153,43 euros, lo que supone un leve descenso del 0,5% respecto al máximo histórico de ayer, en el que el precio medio fue de 156,16 euros.

Con una factura final que podría entonces superar esos 105 euros de media, la rebaja al 0,5% del impuesto eléctrico sumada al resto de medidas ya habrán sido más que devoradas por los acontecimientos.