Familias asfixiadas

El atasco en la Seguridad Social provoca retrasos de hasta seis meses en los pagos de paternidad y maternidad

El cierre de oficinas, junto a los medios insuficientes para el teletrabajo en los primeros de la pandemia, atascan la tramitación de los expedientes y ahogan a las familias sin capacidad de ahorro

Unas madres pasean con sus bebés por las calles de Madrid
Unas madres pasean con sus bebés por las calles de MadridCIPRIANO PASTRANOCIPRIANO PASTRANO

Una herramienta que debería facilitar la crianza de un niño durante su primer año de vida se convierte en toda una trampa de precariedad. Decenas de afectados denuncian tardar tres, cuatro y hasta más de medio año en cobrar los permisos de paternidad o maternidad. La demora de la Seguridad Social en abonar esta prestación que sustituye al salario de los padres deja a las familias sin ingresos y sin la protección prometida en un momento en el que los gastos se disparan. «Es una odisea. Siempre ponen a los niños en el centro, pero te dejan vendido durante meses con un bebé recién nacido», explica Enrique, un padre afectado, a LA RAZÓN. Esta situación también contribuye aensanchar la brecha de la desigualdad, al hacer que las familias que tengan una posición económica más acomodada gracias a su colchón de ahorros puedan resistir durante esos meses, mientras que las que viven al día o se encuentran en una situación económica más frágil tengan que plantearse no consumir todo el permiso y volver al trabajo para poder cobrar su sueldo.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, anunciaron hace menos de un mes que la ampliación de los permisos de paternidad y maternidad de cuatro a seis meses se incluirá en la Ley de Familias, pese a haberse quedado inicialmente fuera de los Presupuestos de 2022. El Gobierno tiene «una cuenta pendiente con las familias de bebés recién nacidos» y sus problemas «para conciliar en los primeros años de vida» o para poder llevar a cabo la lactancia materna exclusiva e incorporarse al trabajo, decía Belarra este pasado mes de julio. Sin embargo, la prestación por nacimiento actualmente causa más dolores de cabeza a los padres que alivio. De hecho, gran parte acaban reincorporándose al trabajo sin haber cobrado la prestación.

Casos

Un usuario de Twitter explica a LA RAZÓN que existe «un grupo de Facebook con decenas de personas afectadas» por la demora en el pago de estas prestaciones. «Yo estoy esperando a que me la concedan y siendo realistas, creo que este mes no la cobro», lamenta. A este se suman otros mensajes de padres que expresan su hartazgo en redes sociales. «Mi bebé nació el 31 de marzo y mi marido aún no ha cobrado nada, es autónomo y en nuestro caso la cogió toda seguida», explica una madre, cuya pareja no ha cobrado la prestación pese a haber pasado 7 meses desde que hizo la solicitud y haberse reincorporado ya a su trabajo. «Di a luz en julio y aún no he cobrado ni un euro. He tenido que poner reclamaciones y dicen que cobraré a finales de noviembre. Cuando se acaba el permiso de maternidad es cuándo veré el dinero», añade otra madre afectada. La situación de las familias se vuelve aún más crítica cuando ninguno de los progenitores recibe la prestación a tiempo. Con cuatro hijos a los que mantener, otra madre se muestra preocupada porque ni ella ni su marido tienen ingresos desde hace dos meses, cuando ambos pidieron el permiso. «Lo hemos tenido que solicitar de forma manual porque daba problemas al hacerlo online y no sabemos nada», cuenta.

Varios padres apuntan a que el foco del problema está en contar o no con certificado digital y en disfrutar del permiso en periodos múltiples, denominados como periodos sucesivos. Enrique cuenta a LA RAZÓN que la solicitud de su primer periodo fue prácticamente coser y cantar: «Solo tuvimos problema para conseguir el certificado digital. Tardé dos semanas. Mi hija nació el 3 de febrero, el 25 de ese mes hice la solicitud de la prestación, a los dos días me la confirmaron y el 1 de marzo cobré». El problema vino al solicitar el segundo periodo. «El portal de la Seguridad Social no me dejaba hacer el trámite online. Llamé y me dijeron que para solicitar los periodos sucesivos no estaba disponible la solicitud con certificado digital y tenía que hacerlo todo manual mediante un formulario», explica este padre afectado. Otros padres han afirmado en redes sociales que desde la Seguridad Social les han asegurado que la vía online no está implementada en estos casos, mientras que la página web de la Seguridad Social afirma lo contrario.

Algunos padres vuelven a trabajar sin haber cobrado la prestación

Sin embargo, las explicaciones que se le dan a cada afectado varían, pese a ser casos bastante similares. A Enrique le dijeron que si al solicitar la primera parte de la prestación no indicaba la fecha de la segunda parte tenía que tramitarla de forma manual, lo que implica subir DNI, libro de familia y otros documentos con los que ya cuenta la Seguridad Social. No obstante, otros padres que sí especificaron la fecha del segundo periodo también se han topado con el mismo problema y siguen sin cobrar. Fuentes de la Seguridad Social lo justifican en que «solo se ha detectado una incidencia con los registros civiles no informatizados y está en vías de solución. Los registros civiles no informatizados son muy pocos, por lo que no puede ser una incidencia muy generalizada».

Por su parte, a Enrique le indicaron que tenía que hacer el trámite manual el mismo día que cesaba en su trabajo. Así lo hizo. El 19 de julio solicitó el segundo periodo. «Me dijeron que en 30 días hábiles recibiría una respuesta, por lo que pensé que cobraría el 1 de septiembre», explica Enrique. Ante la tardanza, decidió llamar a la Seguridad Social para tener noticias del estado de su prestación. «Hice 25 llamadas en las que me decían que por la Covid estaban desbordados y me colgaban. Es muy raro que todo vuelva prácticamente a la normalidad y para cosas importantes no respondan», denuncia. Optó entonces por enviar un correo en el que le volvieron a decir que por la pandemia la resolución de su solicitud iba a tardar más.

Hacia el 15 de septiembre, Enrique consiguió cita para que le atendieran por teléfono. Fue entonces cuando las versiones de la Seguridad Social empezaron a discrepar. Le comentaron que por aquel entonces estaban tramitando las solicitudes de mediados de agosto, revisaron su solicitud para comprobar que todo estaba correcto y le dijeron que «en un par de semanas tendría la resolución». A principios de octubre seguía sin tener noticias de su prestación y decidió volver a pedir cita para que le atendieran telefónicamente: «En este caso, me llamaron desde otra oficina y me dijeron que no podían decirme nada porque ellos no tenían acceso a las solicitudes manuales». Finalmente, el 19 de octubre recibió la notificación de que la prestación había sido resuelta, y tras más de tres meses de espera y habiéndose reincorporado a su trabajo, cobró la prestación atrasada a finales de octubre. «Gracias a que mi mujer trabaja, sino cómo alimento a mi hija estos meses», critica. «Es una odisea, te dejan vendido con un niño pequeño», añade Enrique, quien como el resto de padres afectados reclama más agilidad.

Las mismas fuentes de la Seguridad Social señalan que el plazo medio de resolución del nacimiento y cuidado de menor era en el mes de septiembre de 7,58 días desde la recepción del último documento por parte del ciudadano. No obstante, reconocen que el cierre de oficinas y el teletrabajo con medios insuficientes durante los primeros meses de pandemia, «tuvo el lógico impacto sobre la gestión, provocando retrasos en el reconocimiento de las prestaciones que la entidad arrastra desde entonces». Además, añaden que intervienen otros muchos factores externos que dependen de otras administraciones públicas y de las empresas.

«El tiempo de trámite no es homogéneo en todas las provincias» y la Seguridad Social ha perdido el 20% de su plantilla en los últimos 10 años por el efecto de la alta tasa de jubilaciones y de muchos años sin apenas tasa de reposición. «La entidad está tratando de superar las dificultades indicadas intentando recuperar los plazos de resolución previos a la pandemia. Para ello se han adoptado medidas relacionadas con la automatización de procesos y simplificación de trámites de los ciudadanos que permitan una reducción de cargas de trabajo con el fin de agilizar la gestión», argumenta la Seguridad Social.