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La inflación vacía los bolsillos de los españoles

El IPC cerró enero en el 6,1%, mientras que los salarios han subido solo un 2%, confirmándose la pérdida de poder adquisitivo

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IPCAntonio Cruz

Los trabajadores terminaron 2021 con una fuerte pérdida de poder adquisitivo, debido a que la inflación interanual de diciembre se disparó al 6,5%, la tasa más alta desde 1992, y continúan 2022 ahogados por la espiral inflacionista. Según el dato definitivo publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación interanual cerró enero en el 6,1%, cuatro décimas por debajo de la tasa de diciembre por el descenso del precio de la electricidad, y una décima por encima de lo previsto por el dato adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicado el 31 de enero (6%). Este encarecimiento del coste de la vida triplica la subida media de sueldo por convenio, del 2%, y duplica la del Salario Mínimo Interprofesional (3,6%), que se situará en 1.000 euros con carácter retroactivo al 1 de enero.

Con el dato de enero, el IPC interanual encadena su decimocuarta tasa positiva consecutiva, suma dos meses seguidos en tasas superiores al 6%, niveles que no se veían desde hace casi tres décadas, y vacía el bolsillo de los españoles. «Los trabajadores no pueden aguantar más, llevamos años de pérdidas salariales que no se corresponden con el coste real de la vida», denunció el secretario general de USO, Joaquín Pérez.

La luz, pese a que ha moderado su precio respecto a diciembre, sigue tirando al alza junto a los carburantes y han contagiado prácticamente a todas las partidas de gasto. Además, los costes energéticos vuelven a estar en el punto de mira ante el riesgo de que la crisis abierta entre Rusia y Ucrania ocasione un alza adicional.

En las últimas semanas el barril de Brent ha cotizado en torno a los 95 dólares (unos 84 euros), lo que ha contribuido a que el precio de la gasolina haya registrado un encarecimiento del 23,1% en el último año, a la vez que el diésel ha aumentado un 25,7% de precio. Por su parte, la factura de la luz alcanzó los 133,06 euros en enero, según el análisis realizado por Facua. Este recibo superó en un 65,3% los 80,48 euros del primer mes del año pasado, fue el más caro de un mes de enero y el segundo más elevado de la historia, teniendo por delante solo el del pasado diciembre (140,62 euros).

Pese al incremento del salario mínimo, sin el respaldo de la patronal, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, e incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se han mostrado contrarios a incrementar los salarios, para evitar que la inflación se convierta en un problema estructural. No obstante, la tasa subyacente apunta a que este riesgo es cada vez más real.

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La inflación subyacente, que excluye del cálculo los alimentos y la energía debido a su carácter transitorio, aumentó en enero tres décimas, hasta el 2,4%, la tasa más alta de la subyacente desde octubre de 2012. Este es el índice que los economistas y el Banco Central Europeo (BCE) toman como referencia para analizar la tendencia inflacionaria asociada a factores estructurales. Que este se sitúe por encima del 2% apunta a que el alza de precios se está trasladando a todas las partidas de la cesta de la compra, incluso a aquellas que tienen carácter estructural, y a que la inflación media de 2022 cerrará muy por encima de la de 2021 (3,1%). El Banco de España estima que la media se situará en el 4%, Santander y CaixaBank que superará el 4,5%, mientras que Funcas revisa al alza su previsión, del 3,7% al 4,6%, tras prever que la tasa de febrero se disparará al 7,1%.