Agricultura

Cereal caro y escaso

La producción cae un 21% por las altas temperaturas, la falta de lluvia y la situación en Ucrania y Rusia, dos de los “graneros” del mundo

Ha comenzado la campaña de siega de cereales de otoño-invierno, entre los que destacan los trigos y las cebadas. Y han aparecido ya las primeras previsiones de cosecha. De acuerdo con las estimaciones que ha hecho públicas la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA), se recogerán entre 15 y 15,5 millones de toneladas. En caso de confirmarse estas cifras, nos encontraríamos con un recorte del 21 por ciento en relación con la producción oficial del año pasado, o sea 4,1 millones de toneladas menos. Las altas temperaturas y la falta de lluvia de las últimas semanas se han llevado por delante una parte importante de las expectativas que existían hace un mes. En otros países europeos, como Francia y Alemania, la sequía también ha causado estragos. Todo ello se suma a la situación creada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, dos países que figuran entre los graneros del mundo, y sus repercusiones, tanto en la producción como en el comercio internacional de estas materias primas básicas en la alimentación humana y animal. En estos momentos todavía estamos muy lejos de conocer las repercusiones reales de este conflicto en lo que respecta a las existencias que había en los almacenes ucranianos y en lo relativo a las siembras de esta campaña en ese país.

Las cifras hablan por sí solas. Los precios del trigo en Chicago han subido más del 75 por ciento en relación con las cifras de finales de mayo de 2021, mientras que en París la cotización de este cereal casi se ha duplicado en un año. En el caso del maíz, los incrementos han sido menos acusados y oscilan entre el 22 y el 39 por ciento, respectivamente. Mientras tanto, en España los aumentos durante ese periodo han sido espectaculares. Ahí van algunos ejemplos: las cebadas han subido más del 70 por ciento en Zaragoza, el 80 por ciento en León y el 79 por ciento en Salamanca. El trigo para pienso se ha disparado alrededor del 70 por ciento, mientras que los duros lo han hecho en un 85 por ciento de media. Las subidas en maíz han sido de entre el 40 y el 45 por ciento. Con las previsiones de cosecha citadas y con las incógnitas en Ucrania no parece que se vayan a registrar bajadas significativas a corto plazo.