Esta es la moneda que nunca existió

Hace ya más de veinte años, el 1 de enero de 2002 la moneda común el euro entró en circulación en 12 países de la Unión Europea (UE) lo que supuso uno de los cambios más importantes para los residentes europeos y el fin de divisas tales como la peseta, el marco, el franco o la lira. En este sentido, en España los euros estuvieron conviviendo con la peseta española desde 1999 hasta que esta dejó de aceptarse como moneda de curso en febrero de 2002.

Por tanto, pese a que a la entrada oficial del Euro no se produjo hasta 2002, la moneda nació en 1999, constituyéndose el llamado “eurosistema” formado por los países de la eurozona y el Banco Central Europeo.

No obstante, el proceso de crear una unidad monetaria única en Europa se remonta unos años antes, y en 1979 se puso en marcha el Sistema Monetario Europeo (SME). Este sistema fue un régimen cambiario para así fomentar una cooperación en política monetaria más estrecha entres los bancos centrales de los estados miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE). En este sentido, el objetivo del SME era promover la estabilidad monetaria en Europa, basándose en el concepto de tipos de cambio estables pero ajustables definidos de acuerdo con la unidad monetaria europea (ECU), de nueva creación.

Por tanto, el ECU fue la unidad monetaria de las Comunidades Europeas, desde su adopción el 13 de marzo de 1979 hasta su propia sustitución por el euro el 1 de enero de 1999.

De acuerdo con el Banco de España, el ECU era una “cesta de monedas compuesta por la suma de cantidades fijas de 12 de las 15 monedas de los Estados miembros de la Unión Europea. El valor del ECU se calculaba como media ponderada del valor de las divisas que lo integraban”.

En este sentido, Epaña fue uno de los países que llegó a fabricar el ECU. Es por ello que es una moneda que en la actualidad se puede encontrar en el mercado de la numismática, es decir, del coleccionismo de monedas y por apenas 10 euros se pueden conseguir los ECUS más comunes, incluso llegando a alcanzar calores de hasta 2.000 euros.

Pese a que todo estaba listo para la entrada en vigor de esta unidad monetaria, huno un país que estaba en desacuerdo en que esta saliese adelante. Alemania fue la principal “culpable”, dado que la ECU no le convencía ya que esta sonaba demasiado similiar a “eine Kuh” que es como se dice en alemán “una vaca”.

Sumado a esto, por otro lado, ECU es “escudo” en francés; y precisamente, Francia había tenido una moneda con ese nombre previamente, por lo que Alemania consideró que de esta forma, la nueva unidad monetaria daba un especial protagonismo a Francia.

Por tanto, los alemanes decidieron proponer “euro” como el nuevo nombre de la moneda comunitaria, opción que convenció a los 12 países implicados.