Centurion se rediseña más vanguardista que nunca

American Express es mucho más que una empresa que ofrece tarjetas de crédito. Es el acceso a un estilo de vida. Por eso el regreso de la emblemática «Centurion» no podía ser de cualquier manera. El pasado jueves, en la calle de Almagro, en el exclusivo Club Monteverdi, tuvo lugar la presentación del rediseño de la icónica tarjeta negra, ahora de acero inoxidable.

«Centurion» es un clásico que mira hacia el futuro, y en colaboración con Prada, American Express ha reimaginado la tarjeta convertida en una pulsera inteligente. Fabricada en Italia a partir de la mejor piel Saffiano negra, se lleva en la muñeca como una elegante pulsera unisex, aunque esconde un secreto: incorpora un chip de pago incrustado (imperceptible a la vista) que permite realizar pagos sin contacto.

Experiencia inmersiva

Desde su lanzamiento en 1999, la tarjeta Centurion de American Express ha proporcionado a sus titulares acceso a experiencias únicas en el arte, la cultura y los viajes con el apoyo de un equipo dedicado a gestionar y seleccionar las solicitudes personalizadas. Y a partir de ahora podrán acceder a nuevas y emocionantes experiencias a medida, con el objetivo de explorar el arte de vivir. Por ello la invitación al evento de presentación significó para los afortunados sumergirse en la experiencia con los cinco sentidos. Con solo pisar la sala detectaba un aroma familiar. El aroma que ambienta cualquier sala VIP/Centurion del mundo. Una fragancia fresca y delicada que mezcla el olor del jazmín blanco y cedro con toques de bergamota, pimienta rosa, lavanda, vetiver y cuero.

Por otro lado, las manos de los presentes podían comprobar y eran testigos del diseño impecable, el relieve y el peso tan particulares que confieren a la Centurion su imagen única y futurista. «American Express se caracteriza por la confianza, la seriedad y el servicio. Centurion, a lo largo de su historia, tiene la innovación como elemento clave de su ADN», afirmó Juan Orti, manager de American Express en España, al explicar qué es la Experiencia Centurion.

La inmersión continuó. Ahora los ojos de los invitados secuestrados por una animación digital proyectada en 360º. Los diseños de Rem Koolhaas, galardonado con el Premio Pritzker, y el mundo botánico de Kehinde Wiley, invadieron los paredes de la sala. Eran los mismos que han quedado plasmados en dos diseños exclusivos de edición limitada. Para regalar el oído de los asistentes, la Fundación Excelentia acompañó la velada con música en vivo en un piano de cola negro, combinando elegancia clásica y arte contemporáneo.

Pero sin duda el sentido estelar de la noche fue el gusto. El chef con estrella Michelín Julián Mármol, se aseguró de despertarlo con el platillo ideado exclusivamente para el evento. Una creación que resplandecía con elegancia. Gelatina de caldo de piel de atún y anguila con tinta de chipirón en la base, exactamente cien huevas de caviar Beluga Imperial 000 y raíz de wasabi con esencia de ibérico. «La dificultad está en equilibrarlo, que el caldo no se apodere del caviar, que lo acompañe pero que no sea el protagonista», explicó el chef. Al probarlo, una exquisita explosión de sabor, en maridaje con champán, cerraba la experiencia de los presentes.