Vivienda

El Barómetro de la Vivienda revela que casi un tercio de los jóvenes de España tiene miedo a quedarse sin casa

El estudio detecta que el 52 % de los menores de 30 años sufre ansiedad al buscar piso y el 29 % teme perder el que ya tiene, mientras uno de cada cuatro destina más de la mitad de su sueldo a gastos relacionados con la vivienda

El Barómetro de la Vivienda revela que casi un tercio de los jóvenes de España tiene miedo a quedarse sin casa
El esfuerzo económico resulta desproporcionado: uno de cada cuatro jóvenes destina más del 50 % de su sueldo a gastos de viviendaCanva

La vivienda ha dejado de ser un simple problema económico para convertirse en una fuente reconocida de angustia entre los jóvenes españoles. Según la segunda edición del Barómetro de la Vivienda en España, presentado este jueves en el Senado por el Consejo General de Arquitectura Técnica (CGATE) y la consultora GAD3, el 52 % de las personas de 18 a 29 años ha experimentado estrés o ansiedad durante la búsqueda de piso y el 29 % admite tener miedo a perder su hogar actual. El mismo porcentaje declara haber pasado por episodios de depresión vinculados a la dificultad para acceder o mantener una vivienda.

El impacto emocional se acentúa entre quienes ya se sienten solos: el 63 % de los jóvenes que sufren soledad asegura que la situación habitacional agrava su aislamiento, al obligarles a alejarse de la familia para encontrar alquileres asequibles o a convivir en pisos mal conservados y sin privacidad. El presidente del CGATE, Alfredo Sanz, ha calificado el fenómeno de “pandemia”, mientras Narciso Michavila, presidente de GAD3, ha advertido que “si no se garantiza vivienda a los jóvenes, la sociedad colapsará”.

A pesar del pesimismo general, uno de cada cuatro jóvenes no emancipados cree poder comprar una casa entre los 25 y 30 años, expectativa que casi alcanza la mitad entre los varones. No obstante, el 36 % considera que sus ingresos y la precariedad laboral lo hacen imposible y uno de cada tres reconoce que no ahorra lo suficiente ni para afrontar la entrada de una hipoteca. Entre quienes ya se han independizado, solo el 25 % pudo comprar con recursos propios y el 27 % paga un alquiler sin ayuda familiar, mientras que el 40 % se ve obligado a compartir piso y el 32 % ha regresado a casa de sus padres tras un intento fallido de vida autónoma.

Emancipación pospuesta y bolsillo agotado

El esfuerzo económico resulta desproporcionado: uno de cada cuatro jóvenes destina más del 50 % de su sueldo a gastos de vivienda, muy por encima del umbral del 30 % que marca la ley como límite de asequibilidad. Esta presión sobre el bolsillo convierte la emancipación en un círculo vicioso: cuanto más se gasta en alquiler, menos se ahorra para acceder a una compra o afrontar imprevistos, lo que alimenta el miedo a quedarse sin techo.

El debate político suscitado por el informe refleja el enfrentamiento habitual en la materia. Pedro Rollán, presidente del Senado, y el propio Alfredo San, presidente del CGATE, abogan por revisar la fiscalidad que, según el consejo, representa el 25 % del coste final de una vivienda, y ponen el foco en la okupación, que el PP cree que reduce la oferta de alquiler. Las estadísticas del Ministerio del Interior, sin embargo, sitúan las denuncias por allanamiento en el 0,06 % del parque total. El portavoz socialista Javier Izquierdo insta a las comunidades a aplicar la ley estatal y topar precios en zonas tensionadas, medida que rechaza el responsable de Vivienda del PP, Sergio Sayas, quien apuesta por incentivar la construcción nueva y endurecer la lucha contra la ocupación.