Automoción

¿Dónde está mi coche nuevo? En el puerto o en una cuneta

Hay un 25% menos de camiones portavehículos, lo que retrasa la llegada a los concesionarios y deja miles de automóviles varados

Imagen de la campa de un concesionario de vehículos de ocasión y segunda mano en Madrid.
Imagen de la campa de un concesionario de vehículos de ocasión y segunda mano en Madrid.Jesús G. FeriaLa Razón

En el puerto de Santander no cabe un coche más. Hasta hace unos días hasta 15.000 automóviles, algunos aparcados hasta en las cunetas, se desparramaban por las inmediaciones de su terminal. La misma escena se vivía en otros puertos españoles donde desembarcan los vehículos de importación, la mayoría porque solo el 20% de los automóviles que se compran en España han sido fabricados aquí.

¿Dónde está el problema? Fabricantes y distribuidores explicaban esta semana en una declaración conjunta «las dificultades en el transporte de vehículos a los concesionarios, que han provocado que miles de automóviles permanezcan parados en los puertos y campas retrasando su entrega a los compradores».

Buena parte del colapso proviene de que el 25% de los camiones portavehículos que había en 2019 para transportar automóviles en España han desaparecido, lo que ha complicado su distribución hacia los concesionarios. Normal que los plazos de entrega se estén dilatando, al margen de los problemas con la escasez de «chips» y de la distribución. Según la patronal de los concesionarios, Faconauto, el tiempo medio de entrega de un coche nuevo es de seis meses, hasta seis veces superior al de 2019. En concreto, en el caso del vehículo eléctrico, asciende hasta los siete meses frente a los cinco para los automóviles con motores de combustión.

A principios de 2019 había en España entre 3.400 y 3.500 camiones para el transporte de vehículos hacia los concesionarios. Hoy, apenas quedan unos 2.700, según detalló el presidente de la asociación Transportave, José Manuel Peña, a Efe.

La ausencia de ayudas para re-novar la flota está detrás de esta carestía, pues se trata de vehículos muy caros, cuyo mantenimiento también cuesta mucho, y a cuyos dueños se les pagan unas tarifas que Peña califica de «irrisorias».

Un camión carrozado, es decir con cabeza tractora y carrocería, para transportar vehículos, puede costar entre 240.000 y 250.000 euros, lo que supone en algunos casos hasta el doble que otro tipo de camiones. La preocupación por la escasez de vehículos para transportar coches se ha producido a partir de la recuperación del ritmo de fabricación automovilística, tras amainar la crisis generada por la falta de semiconductores y componentes. «Los picos de trabajo han subido mucho», explica Peña, que señala que ahora que se recupera la producción de vehículos, el problema que surge es la dificultad para hacer llegar los automóviles acabados que ya están designados a los concesionarios.

Esta situación también impacta en el descenso en el número de vehículos nuevos matriculados. Así, en diciembre sólo se registraron 73.927 matriculaciones de turismos y todoterrenos, lo que supone una caída de las ventas del 14,1% con respecto al mismo mes del año anterior. Ello ha contribuido a cerrar un mal año para el sector. En todo 2022 se matricularon 813.396 vehículos, por debajo de las 830.000 que pronosticaban las patronales del sector en sus últimas previsiones y muy lejos ya del millón de matriculaciones que se lograba antes de la pandemia.