Energía

La Gigabatería de Tâmega, en Portugal, punta de lanza para bombeo en España

El primero de los proyectos que planea Iberdrola en España si se alcanza una estabilidad regulatoria y un marco retributivo adecuados

La Gigabatería de Tâmega (Portugal), uno de los mayores complejos hidráulicos con bombeo en Europa, es la punta de lanza de una serie de proyectos que planea Iberdrola en España
La Gigabatería de Tâmega (Portugal), uno de los mayores complejos hidráulicos con bombeo en Europa, es la punta de lanza de una serie de proyectos que planea Iberdrola en España-EFE/Iberdrola

La Gigabatería de Tâmega (Portugal), uno de los mayores complejos hidráulicos con bombeo en Europa, es la punta de lanza de una serie de proyectos que planea Iberdrola en España si se alcanza una estabilidad regulatoria y un marco retributivo adecuados. La multinacional española tiene en cartera cuatro grandes proyectos que se asemejarían a este complejo electroproductor (inaugurado el pasado julio), y que, cuando concluyan las obras en 2024, tendrá una capacidad instalada de 1.158 MW, una producción de 1.766GWh al año y podrá almacenar 40 millones de kWh.

Esta instalación, el mayor proyecto de energías limpias de la historia de Portugal, está conformado por tres centrales hidroeléctricas- Alto Tâmega, Daivões y Gouvães (esta última de bombeo)-, y ha supuesto una inversión de más de 1.500 millones de euros (650 de ellos financiados por el Banco Europeo de Inversiones). Este sistema permite almacenar energía por bombeo (utiliza el excedente de energía para bombear agua a un embalse superior para reutilizarla) y evitará la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 al año, según estimaciones de la compañía.

Una opción de futuro

El director de Generación Hidroeléctrica de Iberdrola, Enrique Sola, recordó, durante una visita a las instalaciones, que el bombeo no depende de las condiciones atmosféricas, tiene una capacidad de almacenamiento mayor que las otras fuentes renovables y puede entrar en funcionamiento en minutos. Aporta, por tanto, “firmeza” al sistema en un momento en el que se busca impulsar la transición energética y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.

La necesidad de una normativa “estable” es una reclamo del presidente de la multinacional, Ignacio Sánchez Galán, quien, durante la inauguración de la central, en julio, alabó “la estabilidad jurídica y buen diálogo logrado por el Gobierno de Portugal en los últimos años”. En esa línea, Sola observó que en Portugal hay “menos incertidumbre regulatoria”, lo que convierte al país atlántico en un lugar “más apetecible” para invertir. Precisamente, Iberdrola planea duplicar las inversiones en la “gigabatería” y alcanzar los 3.000 millones de euros.

Potencial para 10 GW

En España, la compañía calcula que hay potencial para construir 10 GW nuevos de bombeo hasta 2030 con coste inferior a 1.000 euros/kW adaptando sistemas ya existentes o conectando embalses, pese a que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 del Ejecutivo prevé 3.500 MW en ese mismo periodo (ahora hay más de 5.000 MW de bombeo instalado). “Tenemos sobre la mesa la posibilidad de construir 10GW nuevos de bombeo que nos van a ayudar a gestionar mejor el sistema, a poder integrar esas renovables y de una manera relativamente sencilla dependiendo del tipo de bombeo que hagamos”, explicó Lucía Arraiza, especialista en regulación de Iberdrola.

La compañía calcula que esta ampliación supondría una inversión de 8.000 millones de euros, la creación de 112.000 empleos al año directos y habilitaría inversiones en renovables de 10.0000 millones de euros.

Estabilidad regulatoria

En un marco de estabilidad, Iberdrola tiene en cartera varios proyectos de ampliación en las instalaciones de Alcántara II (Extremadura), Conso II (Galicia), La Muela III (Valencia) y Sobrón II (Castilla y León), que supondrían 3.650MW más instalados, 123GWh de reserva energética, 3.000 millones de euros de inversión y generarían 37.000 empleos. Esta apuesta, destacan los ejecutivos de la compañía, contaría con la participación de empresas locales, promovería el empleo y combatiría el fenómeno de la “España vaciada”.