Economía

El valor del oro en tiempos inciertos

El “metal de los metales” ha subido casi un 20% en los últimos tres meses y un 8% en lo que va de año

Jean Baptiste Poquelin, es decir, Moliére (1622-1673), creía que «el oro hace hermoso lo feo». John Pierpont Morgan (1837-1913), el mítico banquero americano, aunque eran otros tiempos, declaró en 1912 ante el Subcomité de cámara y Comité de Banca y Moneda del Congreso de los Estados Unidos, que «el oro es dinero, todo lo demás es crédito». Respondía a una pregunta de Samuel Untermeye, abogado jefe del Subcomité, que no se quedó muy satisfecho con la respuesta.

Más de cien años después, en vísperas de nuevas subidas de tipos de interés a ambos lados del Atlántico, el oro cotiza no lejos de sus máximos históricos, después de haber subido casi un 20% en los últimos tres meses y un 8% en lo que va de año. Que el dólar se haya depreciado en el mismo periodo un 12,5% hace que la rentabilidad del oro en euros sea algo inferior al 7%. El metal precioso se compraba ayer a mediodía a 1.903 dólares por onza, aunque al principio de la mañana llegó hasta los 1.925 dólares/onza. Está todavía lejos de los máximos de 2022 de 2.050 dólares, pero no ha dejado de subir –con pequeñas correcciones, que luego se superaban– desde finales del verano pasado.

Las repetidas subidas de interés y las que se anuncian en el horizonte no parecen afectar a la pujanza del metal de los metales, en un escenario en el que prima, a pesar de todo, la incertidumbre, que es lo que justificaría ahora su comportamiento, sobre todo ante la persistencia de una inflación que quizá tarde más en ser domeñada de lo esperado. Alan Greenspan, llamado «el maestro» por Bob Woodward, el del Watergate, explicaba en su largo periodo al frente de la Reserva Federal estadounidense (1987-2006) que «en ausencia del patrón oro, no hay manera de proteger los ahorros del decomiso a través de la inflación. Y es que no hay un almacén seguro de valor». La Gran Recesión, la pandemia, la guerra de Putin y, en definitiva, la incertidumbre de la que hablan los bancos centrales han vuelto a colocar al oro en el punto de mira de muchos inversores, institucionales, pero también particulares, como valor seguro. El que con Bolsas y tipos de interés al alza, el oro también suba, algo significará y, en cualquier caso, también ahora «hace hermoso lo feo», como sabía Moliére.