En máximos

El precio del alquiler marca un nuevo récord

Se sitúa en 11,6 euros el metro cuadrado. En diciembre, subió en cuarenta capitales de provincia

Vista panorámica de la ciudad de Málaga
Vista panorámica de la ciudad de MálagaJorge ZapataAgencia EFE

Lo advirtió el mes pasado uno de los portales inmobiliarios más importantes de España, Fotocasa: el precio del alquiler no había tocado techo. Y ahora lo ha refrendado otro, idealista. Según las estadísticas de este “marketplace” inmobiliario, las rentas alcanzaron máximos el pasado mes de enero al situarse en 11,6 euros el metro cuadrado después de haber avanzado un 1,5%. En el último trimestre del pasado ejercicio, el precio del alquiler creció un 3,9%, mientras que en el último año, la subida acumulada es del 9,1%.

El incremento de precios del primer mes del año fue bastante generalizado en toda España según los datos recopilados por idealista, que realiza su índice analizando los precios de oferta publicados por los anunciantes, de los que elimina los atípicos y con precios fuera de mercado y aquellos que llevan mucho tiempo sin ninguna interacción de usuarios. Cuarenta capitales de provincia experimentaron incrementos en el precio de la vivienda en alquiler. El avance más pronunciado fue el de Soria, donde las rentas avanzaron un 3,8%; seguida de Granada (3,2%), Palma (3,1%), Lleida (3%), Vitoria (2,3%) y Barcelona (2,2%).

En cuanto a las grandes ciudades, Barcelona se reafirma como la capital con los alquileres más caros con un precio de 19,8 euros por metro cuadrado; seguida por Madrid (16,5 euros/m2) y San Sebastián (16,3 euros/m2). Les siguen Bilbao (13,3 euros/m2), Palma (13,3 euros/m2) y Málaga (12,1 euros/m2). Todas menos Madrid y San Sebastián alcanzan su precio más alto desde que idealista tiene registros. Zamora, por el contrario, es la capital con la renta más económica con 5,6 euros/m2, seguida de Lugo, Ciudad Real, Ávila y Cáceres (6,2 euros/m2 en las cuatro capitales).

Falta oferta y seguridad jurídica

Desde el sector inmobiliario vienen advirtiendo desde hace tiempo de que los precios del alquiler están muy tensionados por la falta de oferta. Francisco Iñareta, portavoz de idealista, ya avisó a finales del año pasado, cuando el precio de las rentas ya rozaba máximos históricos con 11,4 euros el metro cuadrado, que “el principal problema que ha tenido el alquiler en 2022 es el eje sobre el que se vertebrará su evolución en 2023: la falta de oferta disponible”. Según Iñareta, cuya postura no ha variado desde entonces, “a la fuerza creciente de la demanda se le une una oferta menguante que no encuentra reposición. La inseguridad que sienten los propietarios frente a desahucios y ocupaciones, y las medidas que se toman o anuncian desde el Gobierno, lejos de fomentar la aparición de nuevo producto en el mercado están provocando la drástica reducción del parque inmobiliario del alquiler. La ecuación es sencilla: menos viviendas y más demandantes tienen como resultado tensión en los precios», según aseguraba.

Iñareta se refería a la prórroga «forzosa» de los contratos de alquiler impuesta a los propietarios por el Gobierno de Pedro Sánchez, incluida en el paquete de medidas para paliar los efectos económicos de la guerra aprobado en la última semana. En concreto, la medida obliga a extender durante seis meses todos los arrendamientos que expiren entre enero y junio de este ejercicio, además de la ampliación del límite del 2% de subida en la actualización de las rentas y la prórroga de la paralización de los desahucios.

Lejos de persistir en su intervencionismo y de hacer hincapié en incrementar la oferta de vivienda en alquiler asequible, que es lo que le demanda el sector, el Gobierno ultima estas semanas una Ley de Vivienda cuyo punto más relevante es la intervención de precios en las zonas que se consideren tensionadas de acuerdo a un índice de rentas que tendrá que elaborar el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) una vez se apruebe la ley.

En el cajón del ministerio se han quedado, según el sector, propuestas del sector privado como la lanzada por asociación de propietarios Asval de ceder 30.000 viviendas para alquiler social. El planteamiento propuesto pasa por una cesión durante 25 años al Estado, que se convertiría en arrendatario y otorga al propietario que cede la vivienda un horizonte temporal que permite visibilidad y certeza en el largo plazo. En contrapartida, los precios se situarán un 20% por debajo del precio de mercado, lo que permitirá que familias en situaciones más vulnerables tengan una capacidad de acceso.

Por el lado de la demanda, factores como la vuelta a las aulas, el fin de los ERTE o el teletrabajo convertido en fórmulas híbridas en las que el trabajador acude a la oficina varios días a la semana y tiene que vivir en la misma ciudad de su puesto de trabajo han propiciado el incremento de viviendas en alquiler necesarias, desequilibrando el mercado.