Alimentación

El 80% de los españoles opta por comprar productos de marca blanca

A pesar de la situación económica actual, siete de diez españoles siguen comiendo fuera de casa alguna vez los días de diario

Un carro de la compra a medio llenar
Una mujer sale de un supermercado con un carro de la compraAlberto OrtegaEuropa Press

La sociedad en nuestro país lleva años enfrentándose a importantes cambios económicos, acentuados por la pandemia del coronavirus así como la crisis inflacionista. En este sentido, la subida de precios ha tenido un impacto decisivo en la alimentación, ya que las familias tienen cada vez más dificultades para llenar la cesta de la compra, haciendo que estas se centren no tanto en la calidad de los productos, sino más en su coste, para evitar acabar el mes con el agua al cuello. Tanto es así, que ocho de cada diez españoles de los que han visto empeorada su situación económica optan por comprar más productos de marca blanca, más económicos y buscar establecimientos más baratos, tal y como muestra el informe de Fundación Mapfre "Alimentación en la sociedad del siglo XXI post pandemia: decisión alimentaria (2022)".

A pesar de la situación económica actual, siete de cada diez encuestados (73,8%) come alguna vez fuera los días de diario por el horario de trabajo, mientras que el 87,3% lo hace los fines de semana. Por tanto, la población que se lleva comida preparada de casa es algo menos de la mitad y entre aquellos que deciden apostar por comida casera, el 30,9% de ellos ha reducido la cantidad de alimentos frescos que consume (frutas, verduras y hortalizas) -53,9% en los hogares de cinco o más personas-, así como la carne y pescado; mientras que dos de cada diez compra comida preparada para llevar.

Asimismo, estar a primeros o finales de mes también influye en la compra de las familias, ya que un 28,4% de los encuestados reconoce que compra alimentos diferentes, mientras que el 26,2% opta por adquirir sus productos en lugares distintos en función del momento del mes.

Los hogares con menos ingresos y mayor tamaño son los más afectados

La situación económica es clave en la alimentación, ya que este informe señala que se aprecia "una peor calidad de la dieta cuanto menor es el nivel de ingresos, ya que es mayor la frecuencia con la que optan por comprar productos de menor precio, consumir menos carne y pescado y disminuir el consumo de alimentos frescos". Tanto es así, que casi un 15% de los encuestados ha tenido que acudir a programas de ayuda alimentaria.

No obstante, esta situación no solo se observa en los hogares con una renta más baja, sino también en aquellos de mayor tamaño en los que suele haber convivencia de los más vulnerables como niños y ancianos. "Nos cuesta mucho a llegar al consumo de las raciones recomendadas de frutas y verduras. Hay un problema claro de inequidad que debemos atender para que no se agrave más", señalan los expertos.

"Cuanto mayor es el número de personas que conviven en el hogar y menores son los ingresos del hogar, se observa una mayor tendencia a modificar los hábitos de compra, tanto en lo relativo a los alimentos como al lugar en donde se realiza la compra", aseguran en el informe.

Aunque los expertos sostienen que es "preocupante" la reducción del consumo de productos frescos, la industria del congelado en el país es "muy buena", lo que permite mantener y preservar "el contenido nutricional" de los alimentos. Pese a ello, aseguran que "ojalá podamos recuperar el consumo del producto fresco".