Infraestructuras ferroviarias
Arabia pagará atrasos y dará más plazo para acabar el AVE a La Meca
El Gobierno saudí concede 14 meses más al consorcio español para finalizar las obras. El cambio llega tras la visita del presidente de Renfe, hombre de confianza de Pastor, a Riad
Arabia Saudí ha otorgado 14 meses más de plazo al consorcio español encargado de los trabajos del AVE entre Medina y La Meca y se ha comprometido además a ponerse al día en los pagos.
Poco ha faltado para que el emblemático proyecto del AVE a La Meca descarrilase incluso antes de echar a rodar. Pero, por suerte para el consorcio español, Al Shoula empeñado en la infraestructura, el proyecto va camino de reconducirse cuando ya se habían encendido algunas alarmas. Ana Pastor, ministra de Fomento, anunció ayer que Arabia Saudí se ha comprometido a ampliar el plazo para finalizar las obras 14 meses –hasta la primavera de 2018– y a pagar los atrasos que debe a las compañías.
El anuncio de Pastor se produce después de que Pablo Vázquez, el presidente de Renfe y hombre de confianza de la ministra de Fomento, acabe de regresar de Riad, donde se ha entrevistado con las autoridades saudíes encargadas del AVE. También ha coincidido en el tiempo con el relevo del ministro de Transportes saudí, Abdalá Al-Muqbel. Durante el periodo que ha permanecido en el cargo, Al-Muqbel se ha mostrado muy crítico con la marcha de los trabajos, amenazando incluso con rescindir el contrato de 6.763 millones al consorcio español. En el proyecto, además de Renfe, participan las españolas Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabesa, Ineco, Indra, OHL y Talgo. También están las empresas saudíes Al Rosan y Al Shoula.
La decisión de las autoridades saudíes aclara el horizonte de un proyecto que en los últimos meses se había llenado de nubarrones en lo que a su construcción se refiere. El derrumbe del precio del petróleo ha golpeado de lleno a Arabia Saudí y, por añadidura, a su AVE. Tras cerrar 2015 con un déficit cercano a los 90.000 millones de euros, Riad ha anunciado un drástico recorte en sus inversiones en todas las materias, incluidas las infraestructuras. Aunque durante el pasado ejercicio la Organización Saudí de Ferrocarriles –SRO, por sus siglas en inglés– siguió pagando puntualmente los trabajos, en diciembre comenzaron los problemas. Como ha reconocido esta semana José Luis Saravia, presidente de Copasa, en este momento se acumulan retrasos de entre dos y tres meses en el cobro de determinados trabajos. La situación había encendido las alarmas de algunas compañías, que habían advertido de que, de persistir la situación e incrementarse los retrasos a entre tres y seis meses, el ritmo de las obras podría verse afectado.
El alargamiento de los plazos tiene que ver con los retrasos que acumula el proyecto por voluntad ajena. La primera fase de los trabajos, la construcción de la plataforma sobre la que se tienden la vía y la catenaria, está a cargo de un consorcio chino-francés que ha ido entregando fuera de plazo los sucesivos tramos al consorcio español. Al Shoula se comprometió en febrero de 2014 a enjugar este desfase. Sin embargo, los retrasos se han seguido acumulando debido a los lentos progresos en los trabajos del consorcio chino-saudí.
De lo que Pastor no ofreció ningún detalle es de qué va a pasar con los sobrecostes que el consorcio reclama. Diversas circunstancias han dejado obsoleto el presupuesto inicial. En diciembre de 2015, a petición de la SRO, Talgo envió el primer tren a Arabia Saudí. Para guardarlo, Renfe hubo de construir una cochera por valor de 20 millones de euros que no estaba contemplada. Tampoco estaba previsto que los talleres de La Meca costaran 100 millones de euros ni que Renfe tuviera que encargarse de explotar las estaciones de La Meca, Yeda, Medina y KAEC –King Abdulah Economic City–. Arabia Saudí se niega de momento a pagar ninguna cantidad extra. Como ha demostrado el retraso en algunos pagos, su situación financiera no es la mejor tras el desplome del petróleo. La SRO entiende, además, que para la imagen y el prestigio de las empresas del consorcio sería desastroso dejar a medias un proyecto de la envergadura del AVE entre Medina y La Meca, aunque su cuenta de resultados se resienta por el recorte de los márgenes por los sobrecostes.
Desavenencias internas
Hasta que se sustancie si el «no» de Arabia es definitivo, son los integrantes de Al Shoula los que deben asumir los sobrecostes, lo que ha abierto una guerra interna de importante calibre. Renfe, una de las más afectadas por los sobrecostes, considera que el contrato es solidario y que deben ser repartidos entre todos sus miembros. Sin embargo, otras compañías que sólo participan en la fase de construcción consideran que no deben cargar con los costes de unos servicios que ellos no van a prestar. Añaden que, por contrato, cada empresa tiene delimitada su tarea. Talgo, por ejemplo, se desligó de cualquier sobrecoste y afirmó la semana pasada que los gastos extra están ligados a la construcción de la infraestructura y no a la producción de trenes. El presidente de Copasa lo dejó en que «puede haber algunas empresas que, o bien por errores de estimación, o por los condicionantes del proyecto, tengan diferentes cuentas de resultados».
La ejecución del proyecto, al 75%
Pese a los problemas de los últimos meses, las obras del «AVE del desierto» han avanzado a un ritmo trepidante. El contrato estipulaba el montaje de ocho kilómetros de vía doble por mes. Sin embargo, en algunos tramos se ha conseguido alcanzar los 13 kilómetros. El presidente de Copasa calculó a principios de semana que el proyecto presenta un grado de avance en la construcción de entre el 70% y el 75%.
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