Así es como puede adaptar una casa a personas con movilidad reducida

Las personas de movilidad reducida son aquellas que tienen limitada la capacidad de moverse libremente –temporal o permanentemente– por cualquier discapacidad física o mental, siendo necesaria una ayuda externa para poder moverse.

"Las personas de mayor edad, con movilidad reducida o con alguna discapacidad necesitan un hogar seguro y cómodo que les permita desenvolverse de manera autónoma sin barreras", explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Por tanto, ofrecen una serie de consejos prácticos para lograr una vivienda más accesible y ganar "calidad de vida durante años".

En primer lugar, se deberán eliminar todas aquellas barreras arquitectónicas que dificulten la movilidad de estas personas. Por tanto, se deberán eliminar los desniveles que haya en el suelo, ensanchar las puertas hasta 90 centímetros para que pasen fácilmente las sillas de ruedas o incluso retirar alfombras. Desde la OCU recomiendan instalar pasamanos que sirvan de apoyo y den seguridad a estas personas, o incluso cambiar los picaportes por aquellos de tipo manilla para que las puertas sean más fáciles de abrir.

En la estancia del baño, se deberá instalar una ducha con acceso a nivel del suelo yasientos, así como barras horizontales de apoyo tanto en el inodoro como en lavabo. Además, también es importante instalar una grifería monomando y a la altura adecuada, así como el inodoro y el lavabo.

En lo que respecta a la cocina, la OCU señala que "todo debe estar al alcance del usuario". Una encimera a la altura adecuada para su uso con silla de ruedas, un fregadero con grifería monomando y electrodomésticos con controles accesibles y visibles, entre otros. Asimismo añade que, "debajo de la encimera y fregadero deberá quedar un espacio libre de al menos 65 cm para facilitar el acceso a una persona en silla de ruedas".

Además de estas modificaciones, también es esencial tener una iluminación adecuada en la vivienda. Para ello, se pueden utilizar colores contrastantes en paredes y muebles con el objetivo de facilitar la orientación e identificación de objetos. En este sentido, la OCU explica que son de "mucha utilidad" los sistemas domóticos que controlan con la voz las luces, electrodomésticos y seguridad.

El coste de adaptar una vivienda en Madrid de unos 135 metros cuadrados –adaptando un baño, aseo y cocina, además de todas las puertas interiores– oscila entre 6.000 y 12.000 euros, siendo la media de unos 8.900 euros, es decir, un coste aproximado de 66 euros por metro cuadrado.