Paro

Menos contratos y por menos tiempo: la contratación a tiempo completo se desploma

Los contratos de jornada completa se desploman un 21% en agosto. La temporalidad alcanza el 62% del total en agosto. Los contratos indefinidos caen más de un 17% y el paro juvenil vuelve a remontar un 2,1%

Paro registrado agosto 2023
Paro registrado agosto 2023La Razón

Agosto ha confirmado la tendencia negativa apuntada al principio del verano. El paro subió en 24.826 personas tras cinco meses de descensos y volvió a superar los 2,7 millones –barrera de la que había bajado por primera vez en 15 años el pasado mes de junio–, un 0,9% más, impulsado principalmente por la pérdida de empleo en el sector servicios. Tampoco son buenos los datos que llegaron de la Seguridad Social, que perdió 185.385 afiliados (-0,88%), hasta situarse en la frontera de los 20,7 millones, claramente por debajo del récord alcanzado el pasado mes de mayo. Además, en agosto se firmaron 1.088.831 contratos, un 23,9% menos que en julio y un 15,2% menos que en el mismo mes de 2022, de los que solo 418.927 –el 38,5% del total– fueron de carácter indefinido, cifra un 17,3% inferior a la de agosto de 2022, y 669.904 fueron temporales, el 62% del total.

Es precisamente en la contratación dónde afloran mayores sombras. El 38,47% de los contratos realizados fueron indefinidos, porcentaje un punto inferior al registrado en julio, de los que 171.886 fueron a tiempo completo, lo que representa un preocupante 21% menos que en igual mes del año pasado, y 94.546 fueron indefinidos a tiempo parcial (-20,5%). En lo que va de año se han firmado algo más de 4,4 millones de contratos fijos, un 1,4% menos que en igual periodo de 2022, y 5,77 millones de contratos temporales, un 28,2% menos. Por tanto, los temporales continúan superando a los fijos.

El número de afiliados con contrato temporal representó un 13,8% del total del sistema, cifra que se ha mantenido estable todo este año y representa casi la mitad de los valores anteriores a la reforma laboral. Pero esta tasa de temporalidad siempre se ve matizada por el crecimiento de la contratación de los fijos discontinuos, que se han incrementado exponencialmente,152.495 fueron suscritos en agosto. Además, el número de demandantes de empleo ocupados, dentro de los cuales se encuentran los trabajadores con contrato fijo discontinuo, aumentó en 8.000. De este modo, el número de contratos registrados continúa descendiendo. La cifra de agosto fue la más baja de dicho mes desde 2013. El porcentaje que los fijos suponen sobre el total se mantiene estable en torno al 45% en cifras desestacionalizadas.

El desempleo aumentó en ambos sexos, aunque más entre los hombres, que subió en 13.869 hombres (+1,3%), frente a un repunte del paro femenino de 10.957 mujeres (+0,7%). Tampoco hay buenas noticias sobre el paro juvenil (menores de 25 años), tras aumentar un 2,1%, con 3.919 parados más que a cierre de julio. El paro aumentó principalmente en el sector servicios (23.097 personas más), pero también en la construcción (4.792 más) y la industria (2.483 más), mientras que sólo disminuyó en el sector agrícola (2.874 personas menos) y entre el colectivo sin empleo anterior (2.672 menos).

En cuanto a la distribución territorial del desempleo, sólo bajó en La Rioja, aunque con una exigua rebaja de 49 personas, mientras que en las 16 autonomías restantes creció, con Cataluña a la cabeza (7.516 parados más), seguida de la Comunidad Valenciana (3.190) y Andalucía (2.882). Por provincias, el paro creció especialmente en Barcelona, con 5.431 desempleados más; en Madrid, con 2.806 más, y en Valencia, con 1.740 parados más.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha justificado estos malos datos en que se deben a la situación estacional, ya que desde hace 25 años el paro aumenta en el octavo mes del año por «los ciclos estacionales del modelo productivo» y prefirieron ver el vaso medio lleno al destacar que este repunte del paro fue inferior al experimentado en el mismo mes de 2022, cuando el desempleo se incrementó en 40.428 personas, y el menor en este mes desde el año 2016, aunque salen perdiendo si se compara con 2021, cuando hubo una caída del paro de 82.583 personas –marcado por la vuelta a la normalidad tras la pandemia–Según destaca Trabajo, en el último año el desempleo acumula un descenso de 221.540 parados, lo que supone un 7,6% menos, con un retroceso del paro femenino de 121.560 mujeres (-7%) y una caída del desempleo masculino de 99.980 varones (-8,5%).

No tienen los empresarios la misma percepción que la ministra. Las patronales CEOE y Cepyme advirtieron ayer de que la desaceleración del ritmo de creación de empleo observada en los últimos meses «se puede ver agravada a partir del otoño, que puede ser especialmente duro debido a los altos costes que soportan y la presión de la inflación sobre el consumo de los hogares». Además inciden en que la incertidumbre está «lastrando las decisiones inversoras de las empresas», lo que afecta negativamente al empleo, y advierten de que todavía «cabe esperar una pérdida de dinamismo mayor a partir de octubre».

Y las cifras les dan la razón. Los cuatro regímenes sufrieron pérdidas de cotizantes. El Régimen General perdió 173.981 afiliados (-1%), hasta un total de 17.304.610 ocupados, mientras que el de autónomos (RETA) restó 10.945 afiliados a sus filas (-0,3%), lo que situó el total de cotizantes por cuenta propia en 3.333.617. Por su parte, el Sistema Especial Agrario perdió 12.310 empleos en el octavo mes del año (-1,9%) y continúa con sus malos datos anuales y el Hogar registró 3.104 bajas (-0,82%).

Dentro del Régimen General, la bajada de la afiliación fue la tónica general en la mayoría de sectores. El sector educativo volvió a sufrir la mayor caída de la ocupación, al perder 59.407 cotizantes respecto al mes anterior (-6,3%). Le siguieron la construcción, con 17.262 empleados menos (-1,7%); las actividades administrativas, con 17.069 afiliados menos (-1,2%), y las actividades artísticas y de entretenimiento, donde la ocupación disminuyó en 15.784 personas (-5,1%). En el extremo contrario, destacó el incremento de la afiliación en las actividades sanitarias y servicios sociales, que sumaron en agosto 16.853 cotizantes respecto a julio (+0,9%). Al menos la bajada general de la afiliación es inferior a la experimentada en igual mes de 2022, cuando el sistema perdió casi 190.000 afiliados medios, y la menor desde 2017 (-179.485 cotizantes), pero el dato es peor que en 2021 y 2020.