No llegan buenas noticias sobre el déficit público tras los dos primeros meses del año. Las administraciones españolas -de las que se han excluido las locales en este caso-, acumularon un déficit de 12.031 millones de euros, un 17,4 % más que en el mismo periodo de 2023 y equivalente al 0,78% del PIB. Las principal razón de este despegue tiene que ver con el incremento del gasto, que continúa su línea ascendente, tras crecer un 6,5%, además por el citado gasto general, porque se ha tenido que hacer frente al incremento de los intereses de la deuda, que se han disparado más de un 25% -hasta los 6.489 millones-, a lo que se suma la remuneración de asalariados, con un despegue del 5,7 %-. Además, los ingresos no han enjugado esa diferencia, ya que sólo repuntaron un 5,1%, con un avance de la recaudación tributaria del 6,2%. Hacienda también ha avanzado los datos de ejecución presupuestaria del Estado del primer trimestre, un periodo en el que registró un déficit de 667 millones, un 33% menos y un 0,04 % del PIB, ante un aumento de los ingresos superior al de los gastos.

Sin embargo, el departamento de María Jesús Montero prefiere ver el vaso medio lleno y defienden que la evolución hasta marzo muestra que el déficit del Estado continúa la "senda descendente" iniciada en 2021 y que se ha mantenido en 2022 y 2023 como consecuencia de la "mejora de la actividad económica y del empleo".

Estos datos de ejecución presupuestaria publicados por el Ministerio de Hacienda conocidos hoy constatan que la recaudación impositiva sigue su crecimiento -en línea con el resto de ejercicios con Pedro Sánchez en el Gobierno, salvo el impás del año de la pandemia-, con unos ingresos que se han elevado un 1,3%, hasta 61.904 millones, pero los gastos se han situado por encima, en 62.571 millones, con un aumento del 0,7%. De ese total, la recaudación tributaria alcanzó los 53.896 millones, algo más del 87% del total de los recursos, con un crecimiento del 7% respecto a hace un año.

Esta evolución se debe, principalmente, al avance de los ingresos procedentes del IRPF en 16,6%, que se ha situado en 16.131 millones, que equivalen al 30% del total de los impuestos. Por el IVA se ha recaudado casi un 3% más, 27.585 millones, mientras que por el impuesto de Sociedades redujo en un 3,8% sus ingresos, pero no por un menor pago de las empresas, sino por haber realizado más de 300 millones de euros en devoluciones extraordinarias por la anulación de la reforma del impuesto de 2016 aprobado por Cristóbal Montoro.

En el primer trimestre también repuntó la recaudación del impuesto de generación y del impuesto especial de electricidad, que recuperaron sus tipos, mientras que el impuesto energético ingresó 612 millones y el bancario, 843 millones. También ha aumentado la recaudación del Impuesto sobre la Electricidad en 103 millones hasta 152 millones, debido, principalmente, a la recuperación desde el uno de enero del año en curso del tipo impositivo al 2,5%, frente al 0,5% aplicado en el primer trimestre de 2023 para hacer frente a la crisis energética.

En el apartado del gasto del Estado resalta el incremento del consumo intermedio en un 25,6%, en parte por los gastos electorales (237 millones) y la remuneración de asalariados, un 3,7%, después de que los empleados públicos cobraran atrasos pendientes. Por el contrario, descendió el gasto en subvenciones (un 52,6%), cooperación internacional (44,9%) y ayudas a la inversión (72,3 %). La partida de mayor volumen correspondió a las transferencias entre Administraciones Públicas, que representó en torno al 60% del total de empleos no financieros, que en los tres primeros meses del año ascienden a 37.842 millones, un 0,6% más que el año anterior. Por un lado, la Administración Regional ha recibido 22.189 millones. Del total de trasferencias, 20.590 millones corresponden al sistema de financiación, de los que 19.973 millones son las entregas a cuenta y el resto corresponden al anticipo de los recursos del sistema de financiación.

Mención especial deben tener los Fondos de la Seguridad Social, que han recibido 7.560 millones, un 53,6% más que en 2023, de los que 7.537 millones se han destinado al Sistema de la Seguridad Social para poder afrontar el aumento del gasto en pensiones.

En el conjunto de Administraciones hasta febrero, la Administración Central aglutinó la mayor parte del déficit, ya que se situó en 8.445 millones, el 0,55% del PIB. Este resultado es superior, excluida la ayuda financiera, en un 3,2% al del periodo de 2023 con 8.185 millones. Por su parte, las comunidades autónomas registraron un déficit de 3.646 millones, lo que equivale al 0,24% del PIB, superior al 0,09% registrado en el mismo periodo de 2023. Este resultado obedece a un aumento de los gastos del 6,9%, mientras que los ingresos apenas varían respecto a febrero de 2023.