Hipotecas
El desplome del euribor ha ahorrado 18.000 euros a cada hipotecado
En 2008, al comienzo de la crisis, el indicador de los préstamos hipotecarios estaba en el 3,452%; en 2016 cerró en el -0,082%, su mínimo
Las hipotecas volvieron hace unas semanas al primer plano de la actualidad después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenciara que las entidades financieras españolas deberán pagar los importes indebidamente cobrados en aquellos préstamos que incluyeran cláusulas suelo. Las crearon la mayor parte de los bancos y cajas de ahorros a comienzos de la crisis para protegerse de las fuertes caídas de los tipos de interés de la que se han beneficiado millones de españoles.
De acuerdo con la evolución del euribor desde su creación en enero de 1999 y con los datos de la Asociación Hipotecaria España (AHE) un ciudadano que tuviera en 2008 una hipoteca de 150.000 euros a un plazo de amortización de 20 años se ha ahorrado más de 18.000 millones de euros en ocho años, sólo por pasar el tipo de interés del 3,452% en diciembre de 2008 al -0,082% con el que cerró el pasado año, y no mantenerse invariado. Son 3,5 puntos porcentuales, que han permitido ahorros anuales cercanos a los 3.000 euros en los dos últimos años y de 1.300 euros en el año 2011, cuando el euribor repuntó después de un descenso muy pronunciado.
En los primeros días del presente ejercicio la situación no ha cambiado nada. La media de las cinco sesiones que se han celebrado en lo que va de año se mantiene en terreno negativo, aunque los expertos creen que la bajada ha tocado suelo y que todo el camino que le queda por recorrer a este indicador es cuesta arriba.
El euribor comenzó su andadura el año 1999 en el 3,062%. Hasta entonces, el indicador de referencia de las hipotecas era el mibor (Madrid InterBank Offered Rate), el tipo de intereses del mercado de capitales de Madrid, como el libor era la referencia para el mercado británico.
Las ayudas del BCE
Los primeros pasos del euribor no fueron todo lo bien que esperaban todos aquellos que tenían un préstamo. En apenas dos años el euribor cerró 2001 en el 4,564%, nivel al que llegó a finales de 2008. Eso sí, en julio de ese año, cuando se presentía que la crisis que había saltado al otro lado del Atlántico con la hipotecas basura iba a ser más profundo de lo esperado (la quiebra de Lehman Brothers no se declararía hasta mediados del mes de septiembre) el tipo de interés marcó su máximo hasta el momento histórico: el 5,393%, un nivel del que empezaría a bajar a velocidades vertiginosas, hasta tocar a finales de 2010 el 1,232%.
Desde que Mario Draghi pronunciara en Londres su histórica frase «el BCE hará todo lo necesario para sostener el euro y, créanme, eso será suficiente», a finales del mes de julio de 2012, el euribor no ha levantado cabeza. La política de tipos cero practicada por el Banco Central Europeo para dinamizar la economía de la eurozona y el «manguerazo» de dinero inyectado en el sistema bancario mediante la compra de deuda soberana y corporativa (PSPP por sus siglas en inglés) que ha supuesto un desembolso de 1,27 billones de euros desde marzo de 2015, han llevado el euribor a terreno negativo desde el mes de febrero de 2016 y eso se ha dejado sentir favorablemente en los bolsillos de los hipotecados a tipo variable.
En 2008, por ejemplo, la cuota mensual de un préstamo hipotecario de 150.000 euros 20 años era aproximadamente de 866 euros teniendo en cuenta exclusivamente el tipo del euribor y sin añadir ningún diferencial. Hoy, con el indicador en el -0,082 de diciembre de 2016, el último dato publicado por el Banco de España, la cuota ha descendido hasta los 625 euros, con un pico intermedio de 759 euros en 2011.
¿Qué puede suceder en los próximos meses? Más de lo mismo. El Banco Central Europeo ha anunciado que una vez que finalice el periodo estimado para su política de expansión (QE) en el mes de marzo próximo, la institución continuará comprando deuda soberana hasta diciembre de 2017 aunque bajará el importe de mensual situado ahora en 80.000 millones de euros. Es decir, repite la actuación de la Reserva Federal con su política de «tapering»: siguen las compras de bonos, pero anuncia que gradualmente las irá reduciendo hasta su desaparición. Al mercado no se le puede sorprender de la noche a la mañana, si no se quieren sorpresas desagradables en su comportamiento.
En diciembre de 2013, la Reserva Federal anunció la reducción gradual de las compras en 10.000 millones de dólares mensuales desde los 85.000 iniciales y acabó con los estímulos en octubre de 2014. En Europa los tiempos ha sido diferentes. Draghi inició en marzo de 2015 las compras de bonos a razón de 80.000 millones de euros. ¿En qué se puede traducir esta política? En que el precio del dinero en Europa dificilmente va a variar en el conjunto del año (0%), y probablemente en 2018. Con esta estabilidad, el euribor no va a moverse mucho. Los expertos dan por seguro que volverá a terreno positivo en breve, seguramente en este primer trimestre del año, pero difícilmente llegará muy lejos mientras la política monetaria del BCE no cambie. Un informe de Bankinter hace los primeros pronósticos para 2018. En la segunda mitad, el euribor puede estar en el 0,1%, lo que no supondrá un excesivo coste para los endeudados. El problema va a estar en el diferencial que los bancos apliquen a las nuevas hipotecas que sí aumentará.
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