Los planes de pensiones podrán retirarse a los diez años

Cualquier fondo suscrito en 2015 podrá hacerse efectivo a partir de 2025, según la normativa que prepara Economía.

Los suscriptores de planes de pensiones podrán rescatar las aportaciones realizadas a partir del año 2025 siempre y cuando tengan una antigüedad de al menos diez años. Esa es una de las principales novedades que prepara el Ministerio de Economía en el real decreto de modificación del actual reglamento, de planes y fondos de pensiones, así como de la instrumentación de los compromisos por pensiones de las empresas con los trabajadores y beneficiarios. El departamento que dirige Luis de Guindos ha abierto un periodo de consulta pública hasta el próximo 27 de septiembre con el que pretende recabar directamente o a través de las organizaciones representativas la opinión de las personas y entidades potencialmente afectadas por la norma.

A cierre del primer semestre, los españoles tenían depositados en planes de pensiones un total de 108.014 millones de euros, de acuerdo con los datos de Inverco. El número de partícipes ascendía en esa misma fecha a 9,7 millones de personas contando los planes individuales y los de empresa. Los primeros totalizaban 7,657 millones y los segundos, poco más de 2 millones.

Quitar incertidumbres

El objetivo del proyecto no es otro que hacer algo más atractivo esta forma de ahorro a largo plazo, muy penalizada por los bajos tipos de interés que rigen desde la crisis. Si como espera el Gobierno el texto recibe el visto bueno de Congreso de los Diputados durante su tramitación parlamentaria, un ciudadano que hubiera abierto un plan de pensiones en 2015 podrá retirar la totalidad de las aportaciones realizadas a partir de 2025, justamente cuando se cumplan diez años. Hasta el momento, la posibilidad de hacer líquidas las aportaciones se limitaba a 10.000 euros, de acuerdo con el artículo 84 del reglamento aprobado en febrero de 2004 vigente en la actualidad y que, según el Ministerio de Economía, «genera incertidumbre en la operativa».

¿Son muchos diez años? Para hacerse una idea basta repasar las cifras de evolución del patrimonio que los españoles han confiado a las gestoras de fondos. Hace diez años, en diciembre de 2007, la cifra alcanzaba los 85.835 millones de euros. Diez años atrás (1997), apenas se situaba en 21.910 millones. Remontarse más atrás es prácticamente imposible. Los datos históricos de Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones indican que en 1988 sólo 317.777 personas habían elegido los planes de pensiones como forma de ahorro, aunque únicamente tenían depositados 152,8 millones de euros.

Otras de las modificaciones importantes de la nueva normativa son las comisiones máximas de gestión y depositaría que cobran las gestoras de estos fondos, que, según el Ministerio de Economía tienen una incidencia real en su rentabilidad. Según el proyecto de real decreto, la comisión de gestión pasará del 1,5% actual al 1,25%, con el fin de adaptarse a la curva de tipos de interés. No tiene mucho sentido que los depósitos bancarios ofrezcan una rentabilidad media del 0,19% anual y del 0,59% en plazos superiores a dos años y la gestión de otra forma de ahorro tenga que pagar el 1,5%. La medida no deja de tener un valor más simbólico, toda vez que la reducción en un cuarto de punto de la comisión de gestión ahorraría a los partícipes unos 270 millones de euros. La comisión de depositaría pasaría también del 0,25 al 0,20%.

Adaptarse a Europa

Según reza en la exposición de motivos, con esta reducción de las comisiones máximas, el Gobierno espera que aumente la rentabilidad de esta forma de ahorro. Según los últimos datos de Inverco, la rentabilidad media ponderada (descontadas los gastos y las comisiones) estaba en julio, para los planes a 10 años en el 1,77%, y en el 2,69%, a 15 años. La principal rentabilidad a un año se ofrecía en los planes basados en renta variable, que compensaba las pérdidas en los de renta fija a corto y largo plazo y en los garantizados.

Otro de los aspectos que tratará el nuevo real decreto es dónde pueden invertir los fondos de pensiones el dinero de los partícipes con el fin de adecuar la normativa española a las nuevos activos que ha aceptado la legislación europea.