Estados Unidos

El precio del oro pide a gritos un nuevo rumbo

El precio del oro pide a gritos un nuevo rumbo
El precio del oro pide a gritos un nuevo rumbolarazon

El dólar controla la dirección de las materias primas y desde Saxo Bank ven más probable que la tendencia en el futuro sea al alza

Los metales preciosos sufrieron un contratiempo vinculado al «billete verde», pero se estabilizaron rápidamente ayudados por el oro, que logró encontrar soporte en los 1.200 dólares por onza (la mitad del rango que ha prevalecido durante los últimos meses).

El oro y los otros metales preciosos buscan desesperadamente un conductor o un acontecimiento que le de al sector una nueva oportunidad. Si nos detenemos en el oro, en los últimos meses hemos visto varios intentos fallidos en ambas direcciones debido a la incertidumbre sobre cuándo será la primera subida de los tipos de interés en Estados Unidos. Además, los movimientos del dólar y los giros que se han producido en el mercado de bonos han dejado al oro sin rumbo.

La demanda de inversión a través de productos negociados en bolsa se ralentizó aún más este mes, dado que los inversores utilizaron el repunte de comienzos de mayo para reducir la exposición. Con posesiones totales cerca del mínimo de seis años, puede discutirse que la mayor parte de la reducción ya ha ocurrido, dada la resistencia que se vio en los inversores la última vez que se observó este nivel de participación durante el mes de enero.

Los gestores, que generalmente son quienes marcan las tendencias, también encontraron pocos motivos para la alegría y actualmente poseen posiciones largas netas de futuros cerca del mínimo desde 2013, el año de la gran liquidación.

Una posición corta relativamente grande (vista por última vez en 75.000 lotes) está cerca del nivel de 80.000. En varias ocasiones desde 2013, hemos visto contraerse de forma pronunciada una cantidad de posiciones cortas cada vez que se alcanzó este nivel.

La posición especulativa es muy leve, especialmente al alza, lo que deja a los gestores de dinero con espacio suficiente como para involucrarse si vieran un cambio en el sentimiento. No obstante, hasta ahora muchos están conformes con sentarse a esperar la ruptura del rango actual entre 1.170 y 1.230 dólares la onza. Vemos que es más probable una ruptura al alza.

El oro ha negociado en un rango muy ajustado durante los dos últimos meses. Durante este tiempo, el precio medio del metal se ha situado por debajo de los 1.200 dólares, con el precio estancándose en el 2,5% del rango por arriba y por abajo.

La actual falta de dirección ha puesto de relieve la volatilidad y las inversiones en tenencias de productos negociados en bolsa han descendido, mientras que las apuestas alcistas en oro Comex, mantenidas por los gestores de capital, han caído hasta niveles no vistos desde 2013.

El aumento de la volatilidad en los bonos gubernamentales europeos y la especulación acerca de que la Reserva Federal estadounidense no tiene prisa en subir los tipos de interés en el futuro más inminente, unidos a un dólar más débil, fueron los principales impulsores de la reciente carrera a la cima del oro hacia la parte alta del rango. Sin embargo, la posterior recuperación del dólar, la intervención verbal del Banco Central Europeo (BCE) –basado en su programa de compra de bonos actual–, así como unos datos de EE UU más fuertes de lo esperado, han enviado al metal amarillo de nuevo al punto de partida.

El mercado de opciones refleja esta falta de dirección con la volatilidad implícita aliviándose hacia el mínimo de ocho meses. Mientras las ventas vistas en el oro durante la semana pasada se han traducido en un cambio de la volatilidad a la baja, una vez más de vuelta al centro del rango actual, el sesgo de volatilidad o la «sonrisa» dibujada en el gráfico se ha mantenido intacta. Estas dos indicaciones son a la vez una expresión de la incertidumbre actual respecto a dónde vamos ahora, además de una señal de que los «traders» prefieren expresar una visión a través de las opciones.

Los 10 «strikes» de opciones más negociados durante la semana pasada están muy divididos entre «puts» y «calls». El más popular ha sido la «put» 1.200 con vencimiento el próximo martes, cuyo último precio negociado se ha situado en 3,5 dólares por onza.

La demanda de inversión a través de productos negociados en bolsa se ha ralentizado más este mes, ya que los inversores usaron el repunte durante la primera parte de mayo para reducir su exposición bursátil. Con el total de las tenencias una vez más cerca de un mínimo de seis años, se puede argumentar que la mayor parte de la reducción se ha producido por ahora dada la resiliencia de los inversores existentes.

En resumen, el oro está buscando desesperadamente un conductor o catalizador que le dé un nuevo impulso. Los numerosos intentos en una u otra dirección han fracasado durante los dos últimos meses, ya que la incertidumbre en cuanto a la primera subida de tipos que se produzca en EE UU, los movimientos del dólar y los giros en los mercados de bonos han dejado al mercado perdido sin dirección hacia ninguna parte.

* Ole Hansen es estratega de materias primas de Saxo Bank