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España negocia con Argelia la rebaja en la factura de gas

Exteriores también trabaja para suavizar trabas legislativas

La Razón
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MADRID - La caída en la demanda de energía eléctrica en Europa provocada por la crisis y la explosión de la producción de gas de esquisto en Estados Unidos se han confabulado contra Argelia para crear un contexto mundial en el que difícilmente se podrán mantener los precios a los que este país se ha acostumbrado a vender su preciado gas. Por si fuera poco, a finales de abril, un comité internacional de arbitraje falló contra Sonatrach, monopolista argelino del gas, en el contencioso que ésta mantenía desde agosto de 2011 con la italiana Edison (controlada por EDF) por el precio del gas.

Fuentes diplomáticas consultadas por LA RAZÓN confirmaron que en los círculos de poder argelino se teme que este fallo provoque un «efecto dominó» en las negociaciones que actualmente están teniendo lugar entre Sonatrach y la italiana Eni, por un lado, y entre la estatal argelina y Gas Natural Fenosa, por otro.

Además, un informe interno del Banco de Argelia hizo crecer la preocupación en el mercado al constatar que, en el primer trimestre de 2013, el precio medio del barril de petróleo argelino había disminuido en un 5,7% respecto al mismo periodo en 2012, mientras que el volumen general de exportaciones de hidrocarburos retrocedió un 8,86%.

España quiere sacar partido a la situación para fortalecer su posición negociadora frente a Argelia y estrechar los ya de por sí sólidos vínculos que nos unen al gigante petrolero del norte de África. Además de lograr una rebaja en la abultada factura que nuestro país paga a Argelia por la importación de gas, España ha puesto en marcha una ofensiva diplomática encaminada a allanar trabas legislativas, aduaneras y tributarias que permitan a las empresas españolas posicionarse con ventaja y ganar terrero a sus competidores chinos y turcos en este nada despreciable frente, clave para nuestra recuperación económica.

Ofensiva diplomática

En este contexto ha de entenderse la visita que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, hizo a Argel la semana pasada. Durante sus reu-niones con el primer ministro de Argelia, Abdelmalek Sellal, y el ministro de Energía y Minas, Youcef Yousfi, García-Margallo puso encima de la mesa las necesidades españolas, que pasan por una mayor facilidad para conseguir permisos de trabajo, eliminación de barreras aduaneras para la importación de bienes de equipo, acabar con las imprecisiones legislativas que están provocando casos de doble imposición y la flexibilización de la norma 51-49, que obliga a las empresas españolas a estar en minoría en el accionariado de compañías mixtas en Argelia.