España, el país con más paro de la UE, no encuentra trabajadores para cubrir vacantes. ¿Los motivos? Bajos sueldos, escasa cualificación y envejecimiento

En España se da una paradoja: el país con mayor tasa de paro general y juvenil de la UE y la eurozona también tiene escasez de mano de obra en sectores clave como la tecnología, la salud y los servicios. En un contexto en el que los jóvenes emigran en busca de mejores condiciones, las vacantes quedan desiertas, y el envejecimiento de la población agudiza la demanda de profesionales cualificados. La pregunta se instala con fuerza: ¿cómo un país con tantos desempleados tiene tantas dificultades para cubrir puestos de trabajo? ¿No hace lo necesario para cerrar la brecha entre ofertas de empleo y demandantes?

Funcas, en su último informe publicado en los "Cuadernos de Información Económica", advierte de que esta escasez de mano de obra es ya un problema crucial en las economías desarrolladas. El análisis, realizado por el profesor Miguel Ángel Malo de la Universidad de Salamanca, señala tres causas principales: el envejecimiento de la población, los desajustes en la cualificación y las condiciones laborales poco atractivas que desalientan a los potenciales trabajadores.

Aunque en España la escasez de trabajadores no es tan intensa como en otros países europeos, en 2023 los empleos sin cubrir en nuestro país aumentaron un 44% respecto de 2019 y su coste estimado (en términos de un menor PIB) fue de 8.150 millones de euros. Este fenómeno, agravado por la acelerada digitalización y el cambio estructural de las economías, tiene un impacto transversal, afectando tanto a empleos de alta como de baja cualificación.

Entrando en detalle en las causas, el "think tank" dedicado a la investigación económica y social apunta a que el envejecimiento de la población no solo está reduciendo el número de personas disponibles para trabajar, sino que aumenta la presión sobre sectores como la salud y los cuidados, donde se necesitan cada vez más profesionales para atender a una población cada vez mayor. Además, los desajustes entre la formación de los desempleados y las habilidades que demanda el mercado laboral acentúan esta escasez.

Es decir, los parados españoles no están preparados para cubrir los puestos que el mercado realmente demanda. En este sentido, Funcas señala que muchas de las vacantes en España requieren habilidades tecnológicas, sobre todo en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y energías renovables. Por lo tanto, la falta de personal cualificado en estas tecnologías supone todo un desafío para un país que busca subirse a la ola de la transformación digital.

En el ámbito sanitario, la situación se agrava por la emigración de los jóvenes profesionales, que encuentran en el extranjero mejores condiciones laborales. Además, España experimenta un déficit creciente en empleos sociales, como el de profesores y cuidadores sanitarios, lo que complica aún más la situación en este sector.

No solo afecta a los empleos cualificados

Curiosamente, la escasez no se limita a sectores de alta cualificación. Sectores tradicionales como la hostelería, la construcción, el transporte, la agricultura y la pesca también enfrentan dificultades para cubrir vacantes. Las nuevas generaciones muestran un menor interés por estos trabajos, debido principalmente a las duras condiciones laborales: salarios bajos, horarios poco flexibles y dificultades para conciliar la vida familiar.

En las comunidades autónomas españolas, de acuerdo con la información de sus observatorios de empleo, Funcas indica que las principales razones para las dificultades de cobertura de vacantes son tanto la carencia de competencias específicas en ciertos sectores y ocupaciones, como las condiciones laborales. Sectores como el turismo, el transporte y la construcción son ejemplos recurrentes donde las empresas resaltan la falta de candidatos capacitados.

Atraer talento extranjero, clave para solucionar el problema

El informe sugiere que, al igual que en otros países europeos como Alemania, España podría beneficiarse de una política más activa en la atracción de talento extranjero. En Alemania, la escasez de mano de obra ha llevado a dar prioridad a los programas de inmigración y a la formación de inmigrantes para adaptarlos a los requerimientos del mercado laboral. Según Funcas, España podría enfrentar una situación similar a medio plazo debido a su evolución demográfica, por lo que sería útil adaptar medidas como la contratación en origen, la convalidación de títulos extranjeros y la flexibilización en el acceso a la nacionalidad.

Además, algunas comunidades autónomas ya están implementando programas para facilitar el retorno del talento emigrado. No obstante, Funcas sugiere que sería necesario evaluar la efectividad de estos programas para asegurarse de que los trabajadores retornados encuentren un encaje adecuado en el mercado laboral local.

En cuanto al desajuste en cualificación, Funcas anima a que los programas de formación incluyan medidas para solventarlo. Subraya la importancia de políticas públicas para enfrentar esta situación, enfocándose en la formación continua, la movilidad geográfica y la atracción de talento extranjero.

No obstante, el estudio advierte de que las medidas de incremento o mejora de las cualificaciones tendrían un escaso efecto si no van acompañadas de mejoras en las condiciones laborales de las vacantes disponibles, más aún cuando en una situación de "estrechez" del mercado de trabajo como la actual.