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Transporte por carretera

Fomento reestructurará las líneas de autobús de larga distancia

Las rutas, diseñadas hace más de 30 años y desfasadas, se basarán en las necesidades actuales de movilidad

Los autobuses de largo recorrido son el medio de transporte interurbano más usado, por encima del avión y del tren / Foto: Rubén Mondelo
Los autobuses de largo recorrido son el medio de transporte interurbano más usado, por encima del avión y del tren / Foto: Rubén Mondelolarazon

Las rutas, diseñadas hace más de 30 años y desfasadas, se basarán en las necesidades actuales de movilidad.

Por más que el Estado haya invertido en las últimas tres décadas cerca de 50.000 millones de euros para construir la red de alta velocidad ferroviaria más extensa de Europa, la realidad es que el autobús sigue siendo el medio de transporte que más viajeros mueve anualmente en España, por delante también del avión. En 2017, último año computado, las líneas de servicio público de autobús dependientes del Ministerio de Fomento, las que realizan trayectos entre dos o más comunidades autónomas, transportaron un total de 28,8 millones de pasajeros.

Aunque son muchos viajeros, podrían ser todavía más. Las actuales rutas fueron diseñadas en los años 80 y 90 del siglo pasado de acuerdo a los patrones de movilidad que había entonces. Pero algunas de estas líneas no están optimizadas. Por eso, el departamento que dirige José Luis Ábalos va a acometer una reestructuración de las mismas. Tanto el secretario de Estado de Transporte, Pedro Saura, como la directora general de Transporte, Mercedes Gómez Álvarez, han comunicado a la patronal del sector, Confebus, que el departamento va a revisar las rutas de titularidad estatal. Estas líneas están concesionadas a unas treinta compañías de autobuses como Alsa o Avanza, que durante el año 2017, el último publicado, alcanzaron una facturación conjunta de 330 millones de euros, con una recaudación viajero-km de 0,06 euros y una recaudación vehículo-km de 1,4 euros, según datos de Fomento. A 1 de enero de 2018, había 82 rutas de transporte de autobuses de titularidad estatal, según el ministerio.

El proceso de revisión, como explica Rafael Barbadillo, presidente de Confebus, está en una fase incipiente todavía, pues el Ministerio de Fomento apenas ha dado los primeros pasos para contratar la asesoría técnica que le ayude a desarrollar el proyecto. Sin embargo, Barbadillo cree que es necesario. «Son líneas diseñadas en los años 80 y 90 del siglo pasado y la movilidad ha cambiado mucho desde entonces. Hay diferentes polos de población y hay algunas líneas que deben ser modificadas. Lo que va a hacer el Ministerio de Fomento es analizar las que hay para determinar si es necesario cerrar algunas, abrir otras o modificarlas con otros trayectos o paradas», añade Barbadillo.

Es difícil saber cuándo estará listo el proyecto, pero, en cualquier caso, no supondrá la modificación a corto plazo de las líneas que están operando en este momento. En el caso de que Fomento decidiera que lo adecuado es suprimir alguna de las rutas, esperaría a que terminase su periodo de concesión para extinguirla. Lo contrario, rescatarla, supondría un desembolso de fondos públicos muy importante para el Estado, explica Barbadillo. El periodo de duración de estas concesiones es variable, pero alcanza un máximo de diez años.

Según los datos de Fomento, las 82 líneas que se van a analizar conectan en este momento 2.618 poblaciones pertenecientes a 1.942 municipios de toda España en diferentes corredores tanto radiales como transversales. El servicio atiende a 4.432 paradas y su longitud es de 73.673 kilómetros, con una longitud media de 898,5 kilómetros por concesión. El número total de vehículos adscritos a estas concesiones es de 1.077, con una ocupación media de 24 pasajeros.

El Estado no es el único que entiende que las rutas se han quedado desfasadas. Según Confebus, cuatro comunidades autónomas, Aragón, Valencia, Castilla y León y Galicia, también están analizando ya su red de autobuses para optimizar los recorridos. Es por ello que la patronal del sector pide que el Gobierno central y los autonómicos coordinen sus esfuerzos para que el mapa resultante redunde en beneficio tanto de las compañías como de los viajeros.