Crisis de la vivienda
Gonzalo Bernardos, economista: "El problema es que PSOE y PP ni tienen ni han tenido política de vivienda"
El experto analiza el panorama político y las implicaciones de los diversos partidos en materia inmobiliaria, junto a la importancia de las medidas pasadas
Los partidos políticos se encuentran en el centro de una creciente ola de críticas por su actuación ante la crisis de la vivienda, marcada por un déficit estructural que el Banco de España cifra en 700.000 viviendas necesarias para cubrir la demanda actual. Esta brecha refleja un problema que afecta de lleno a quienes intentan acceder a un hogar, especialmente a los jóvenes, que en 2024 superaron por primera vez los 30 años de media para emanciparse. El retraso en la independencia y la falta de respuesta eficaz por parte de las instituciones han alimentado un malestar social cada vez más visible.
La situación se ha agravado con la evolución reciente de los precios. En el tercer trimestre de 2025, el coste medio de la vivienda en venta alcanzó los 2.153,4 euros por metro cuadrado, lo que supone un incremento del 12,1% respecto al año anterior. Este valor marca un nuevo récord histórico, superando incluso los niveles registrados en plena crisis de 2008. En este contexto, las medidas que los partidos han impulsado en los últimos años se perciben insuficientes o demasiado lentas para frenar la escalada, y amplios sectores de la ciudadanía consideran que las actuaciones políticas no están a la altura de la gravedad del problema.
Por su parte, los partidos han planteado propuestas orientadas a incrementar el parque de vivienda pública, contener precios o limitar usos turísticos, pero muchos expertos y ciudadanos interpretan estas acciones como ajustes parciales frente a un desequilibrio profundo entre oferta y demanda. Por ende, crece la preocupación sobre la capacidad de las formaciones políticas para revertir la tendencia. La incertidumbre se instala tanto en compradores como en arrendatarios, que observan cómo cada trimestre podría traer datos aún más elevados si no se aplican medidas estructurales capaces de modificar la trayectoria actual.
El principal problema de la vivienda según Bernardos
Gonzalo Bernardos, economista de reconocimiento internacional que participa en diversos programas de televisión, expuso en su entrevista con el abogado Juan Carlos Rodríguez Tur el principal problema que encuentra la política española en relación al periodo que atraviesa el mercado inmobiliario. El experto en derecho comienza el debate asegurando que lo que está claro es que existe un problema vigente con la oferta, a lo que el economista responde los siguiente: "No todos dicen que tenemos un problema con la oferta. Aquí tienes a Unidas Podemos, el Sindicat deLlogateres que dicen que no hay que hacer más viviendas porque si hacemos más iremos contra el medio ambiente", agrega.
Por tanto, dentro del espectro ideológico de los partidos, algunos temas como la especulación inmobiliaria y la influencia de los fondos de inversión son la principal problemática. No obstante, respecto a esta cuestión, Bernardos lo tiene claro: "Aquí el problema que tenemos básicamente es que PSOE y PP ni tienen ni han tenido política de vivienda", sentencia. En este sentido, como sucede con otros aspectos de la política, este aspecto se ha guiado por otros partidos de la coalición. "El que ha marcado las directrices en los últimos años de la política de vivienda ha sido Unidas Podemos", aclara.
La influencia de Podemos en la evolución de la vivienda
Las políticas aplicadas durante los últimos años y el discurso promovido por esta organización han promovido el vivir de renta por encima de la adquisición de vivienda propia. "Pablo Iglesias decía a la gente que no se endeudara, cogiera y viviera de alquiler y él ya sabes lo que hizo, todo lo contrario", señala en relación a la adquisición de su chalet. Como consecuencia de esta percepción y junto a la nula influencia política, el mercado inmobiliario ha evolucionado hasta el momento en el que se encuentra. "Es que aquí hay unos buenos, que son los inquilinos, y unos malos, los propietarios", concluye expresando el pensamiento de muchos políticos.