Hacienda endurece el trato fiscal de las indemnizaciones

Las indemnizaciones por despido de los altos cargos dejarán de disfrutar de algunas de las ventajas fiscales actuales. El Partido Popular ha presentado las correspondientes enmiendas al Proyecto de Ley de Medidas Tributarias que se debate en estos momentos en el Senado. Desde el 1 de enero del próximo año, el importe de la indemnización no será considerado deducible en el Impuesto sobre Sociedades para el pagador. En el caso del empleado que acaba su relación laboral, se reduce el límite de 300.000 euros que pueden reducirse en un 40% por la obtención de rentas irregulares de forma progresiva, de manera que quienes perciban un millón de euros o más no tendrán derecho a esta minoración.

Algunos casos

La medida establece un mecanismo progresivo para penalizar más a quienes cobran indemnizaciones más altas, aumentando la fiscalidad de retribuciones de cuantía muy elevada. Con este aumento de la tributación de las indemnizaciones multimillonarias de los directivos, el departamento de Cristóbal Montoro quiere penalizar los blindajes de los que disfrutan los altos cargos, en línea con la limitación de retribuciones que ya aprobó el Ejecutivo para los directivos de las cajas que hayan recibido ayudas públicas.

Las novedades introducidas por el PP no afectan a las indemnizaciones que sean inferiores a 700.000 euros. En este caso, los perceptores se podrán aplicar la reducción del 40% hasta los 300.000 euros, tributando el resto al tipo marginal que el contribuyente en cuestión paga en su declración de la renta.

Si la indemnización está comprendida entre 700.000 euros y un millón, el actual límite de 300.000 euros sobre el que se aplica la reducción del 40% se minorará en la diferencia entre la cuantía de la indemnización y 700.000 euros. El resto irá al tipo marginal. Por ejemplo, a una indemnización de 800.000 euros, sólo se aplicará la reducción del 40% sobre los primeros 200.000, resultado de restar a 300.000 euros la diferencia entre la indemnización (800.000 euros) y el límite de 700.000 euros. Si la indemnización es de 900.000 euros, la reducción del 40% se aplicará sólo sobre los primeros 100.000 euros, tras restar al límite de 300.000 euros la diferencia entre la indemnización (900.000 euros) y los 700.000 euros.

Seguros colectivos

A partir de retribuciones iguales o superiores a un millón de euros no se aplicará la reducción del 40% por ninguna cuantía, ni siquiera por los primeros 300.000 euros como hasta ahora. Asimismo, a la hora de determinar la cuantía de la indemnización, se sumarán las que se hayan percibido de todas las empresas del grupo.

Por otro lado, para evitar los diferimientos que se están produciendo en la tributación de aportaciones satisfechas por empresarios, se establece un límite anual de 100.000 euros de primas en los contratos de seguros colectivos satisfechas por el mismo empresario a cada contribuyente por encima del cual, éste último deberá imputárselo fiscalmente de forma obligatoria.

Los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) aseguran que la eliminación de la deducción en el Impuesto de Sociedades para indemnizaciones por encima del millón de euros de la que se beneficiaban las empresas hasta ahora reducirá la firma de contratos blindados con altas compensaciones.

El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, ha explicado a Europa Press que las empresas, al no poder deducir dicha indemnización como gasto en el Impuesto sobre Sociedades, tenderán menos a firmar este tipo de contratos blindados con altas indemnizaciones.

Así, Gestha valora favorablemente la medida, aunque reconoce que el hecho de que los directivos que abandonen su puesto de trabajo no puedan aplicarse la reducción del 40% en los primeros 300.000 euros de indemnización no tendrá «mucho contenido». Esta iniciativa, según Mollinedo, aportará siempre a las arcas del Estado 60.000 euros más de lo que se aportaba hasta ahora, independientemente de la cuantía de la indemnización.

Ésta es la segunda enmienda presentada el pasado jueves por el Partido Popular, junto a la de la creación de un impuesto de ámbito estatal y tipo cero para los depósitos de los bancos.

El endurecimiento fiscal de las indemnizaciones millonarias a los directivos pretende unificar un trato fiscal favorable en un contexto muy difícil para una buena parte de la población española, dada la actual crisis económica y su repercusión en las rentas más bajas.