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La alemana Henkell se hace con el 50,7% de Freixenet por 220 millones

El presidente de honor de Freixenet, José Ferrer, y Josep Lluís Bonet, actual presidente del grupo cavista, han decidido por el momento no vender sus acciones

Bodega de Freixenet en Sant Sadurni d'Anoia
Bodega de Freixenet en Sant Sadurni d'Anoialarazon

El grupo alemán Henkell, filial vinícola del grupo Dr. Oetker, prevé firmar este viernes la compra del 50,7% de Freixenet, han explicado a Europa Press fuentes de la multinacional catalana de cava.

Las turbulencias generadas por la irrupción del «prosecco» italiano en mercados europeos donde el cava no tenía competidores fue el inicio. Luego llegaron el boicot al espumoso catalán en el mercado nacional por la primera andanada separatista en los tiempos de Carod-Rovira, allá por 2004, cuando el por entonces líder de ERC pidió obstaculizar la candidatura olímpica de Madrid y el desafío secesionista del antiguo nacionalismo moderado, frente al que el patrón de la cava, José Luis Bonet, se había manifestado en contra. Todo ello ha llevado a las distintas familias que controlan Freixenet a aceptar la oferta de la alemana Henkell ante la fuerte división entre ellas.

La filial vinícola de la alimentaria Dr. Oetker pagará en torno a los 220 millones de euros por el 50,7% de la bodega catalana, según adelantó «La Vanguardia».

La operación será posible después de que las familias Hevia y tres ramas de la familia Bonet hayan decidido aceptar la oferta de la compañía alemana, que lleva más de un año y medio intentando materializar esta adquisición. El primer intento de Henkell por hacerse con una parte mayoritaria de Freixenet se remonta a principios de 2016, cuando los Hevia anunciaron su intención de vender al grupo alemán su paquete accionarial del 29%.

El presidente de honor de Freixenet, José Ferrer Sala, rechazó la venta y llegó a presentar una oferta firme para comprar el 51% del capital de la empresa a miembros de las familias fundadoras, aunque finalmente la retiró al no conseguir la financiación necesaria. Ante las diferencias entre las tres familias (Ferrer, Hevia y Bonet) respecto a si debían o no aceptar la oferta de Henkell, el consejo de administración de Freixenet decidió en diciembre de 2016 crear una dirección colegiada integrada por Pedro Ferrer, Enrique Hevia y Eudald Bonet. En Freixenet, los socios mayoritarios son los Ferrer, rama familiar que controla el 42% de la empresa y que, hasta ahora, siempre se había mostrado dispuesta a seguir al frente de la misma.

La incertidumbre resta valor

Por otro lado está la familia Bonet, que tiene en José Luis Bonet, el presidente de Freixenet, a su máximo responsable. Los Bonet poseen una participación del 29%, la misma que controla la familia Hevia, liderada por Enrique Hevia, que es el vicepresidente de Freixenet y director financiero del grupo catalán, que fue fundado hace más de un siglo.

La situación de incertidumbre política que vive Cataluña por culpa del secesionismo no sólo ha retrasado las negociaciones sino que podría ser la causa de la pérdida de valor del grupo catalán, que fue valorado en la oferta incial en cerca de 500 millones de euros. Según la cifra que abonará el grupo alemán, Freixenet vale 440 millones, por debajo de los cálculos de la cava.