Iberia aplicará el 80% del ajuste laboral este mismo ejercicio

La dirección de Iberia, seis de los diez sindicatos representados en la compañía y el mediador Gregorio Tudela firmaron ayer, pasadas las dos de la tarde, el acuerdo que pone fin, al menos de manera temporal, al conflicto que enfrenta a los trabajadores y a la dirección de la aerolínea.

La dirección de Iberia, seis de los diez sindicatos representados en la compañía y el mediador Gregorio Tudela firmaron ayer, pasadas las dos de la tarde, el acuerdo que pone fin, al menos de manera temporal, al conflicto que enfrenta a los trabajadores y a la dirección de la aerolínea desde que se presentó el plan de ajuste, el pasado 9 de noviembre. La compañía prevé que el 80% de la reducción de plantilla –alrededor de 2.500 trabajadores sobre el total de 3.141 aceptado por todos– se lleva a cabo dentro de este mismo año.

El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, aseguró ayer en una conferencia telefónica con periodistas que el acuerdo «es probable que haya dejado descontentas a todas las partes» y que «no es la solución a los problemas de la compañía», pero «está en el buen camino para hacer viable, rentable y competitiva a Iberia». En idéntico sentido se manifestaron todos los sindicatos que suscribieron ayer el acuerdo, que garantiza una paz laboral de seis meses, hasta mediados de septiembre, el plazo máximo en el que tiene que quedar constituida la comisión mixta de seguimiento.

Como ha ocurrido a lo largo de toda la negociación, a la reunión de ayer no le faltó suspense. Primero, porque se cambió el lugar de la cita, trasladándose del Rectorado de la Universidad Autónoma de Madrid (donde se han celebrado todas las conversaciones entre el mediador y las partes) al Ministerio de Fomento. Segundo, porque hubo una espera de más de una hora en la que se temió lo peor. El motivo de este retraso no fue otro que confirmar desde el punto de vista jurídico si una mediación que es firmada por una amplísima mayoría de los representantes sindicales (como es el caso) obliga a su cumplimiento a todos los colectivos, incluidos aquellos que han votado en contra del texto propuesto.

El principio de todo

La ministra Ana Pastor animó a todos a buscar un acuerdo definitivo, «por el futuro de la compañía, del transporte aéreo, del turismo, de la movilidad con las islas y con Iberoamérica», y Gregorio Tudela, el artífice de aunar los esfuerzos de trabajadores y empresa, dejó el protagonismo a los firmantes.

Para UGT, CC OO, CTA Vuelo, Asetma, USO y el Sitcpla, el acuerdo es sólo el principio para poder revertir una situación difícil, porque no acaba con el problema. Todos destacaron la importancia de pasar de un ERE traumático a un expediente que permite la salida de la compañía mediante prejubilaciones y bajas incentivadas.

Algunos de estos sindicatos han reconocido que «los ajustes que ahora hay que negociar son de trazo más fino». Para los no firmantes, como Stavla, «Iberia se está desmantelando». Justo Peral, portavoz del Sepla, destacó que los pilotos no se han podido sumar a la firma porque «no se han alcanzado los mínimos que exigíamos». Entre estos mínimos destaca el «desigual trato que el ERE 72/2001 (el elegido para la extinción de los contratos por el mediador) da a los pilotos». Pese a sus diferencias, Justo Peral aseguró ayer a la ministra de Fomento que el colectivo de pilotos no va a realizar la huelga prevista para la próxima semana».

Vuelve la paz

La sola firma del acuerdo obliga a Iberia a retirar el ERE presentado el pasado día 12 de febrero, que afectaba a 3.807 trabajadores, y a los sindicatos a desconvocar la última de las tres semanas de huelga prevista entre el lunes y el viernes de la próxima semana. Los diez días de paros han costado a Iberia alrededor de 30 millones de euros en pérdidas.

Para Iberia, el restablecimiento de la paz laboral ha pesado más que los términos del acuerdo a la hora de estampar su firma. «Es más caro de lo que habíamos planteado en el ERE, pero en la balanza hemos querido apostar por reconducir su actual situación, porque Iberia no es competitiva en este momento». Y es que la diferencia entre la vía acordada por las partes y la planteada por la compañía puede suponer más de 300 millones, cifra que en ningún momento quiso confirmar Sánchez Lozano.

La compañía tiene previsto convocar con carácter inmediato a todos los sindicatos para empezar a negociar los acuerdos sobre productividad, para lo que hay un mes de plazo. En caso de no alcanzar un acuerdo, los trabajadores tendrán que bajarse el sueldo otros cuatro puntos porcentuales más. Iberia prefiere alcanzar un acuerdo, porque una segunda rebaja salarial no compensaría. «El plazo de un mes es un incentivo para que alcancemos un acuerdo», asegura la empresa.

3.141 bajas, que pueden ser más

Casi tres semanas ha tardado el mediador en poner de acuerdo a sindicatos y dirección de Iberia. Su texto, de siete folios, es el resultado de muchas horas de negociaciones, que han tenido como testigo mudo el rectorado de la UAM. El número de bajas obligatorias en la compañía será de 3.141, sin perjuicio de que la vía del ERE 72/2001 «pueda utilizarse con carácter voluntario, por encima de dicho número durante el periodo de su vigencia».