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Juan Ramón Rallo, economista, aborda el problema de la inflación: “Te estás empobreciendo”

La inflación vacía lentamente los ahorros guardados en el banco, un empobrecimiento real según el economista Juan Ramón Rallo, que alerta sobre los riesgos de no buscar alternativas de inversión más allá de la tradicional vivienda

Rallo 2-12-22 "Sí Se Recortarán Las Pensiones"

En España, el ladrillo ha sido siempre mucho más que un simple activo. Para generaciones enteras de familias, la inversión en vivienda ha representado un refugio casi sagrado, la estrategia por antonomasia para proteger los ahorros de los vaivenes económicos y construir un patrimonio sólido. Esta mentalidad, profundamente arraigada en la cultura financiera del país, ve en la propiedad inmobiliaria la máxima garantía de seguridad para el futuro.

Sin embargo, esta confianza en el sector inmobiliario, combinada con la costumbre de mantener el resto del capital en una cuenta corriente, puede esconder la trampa de la inmovilidad. Dejar el dinero parado en el banco, lejos de ser una decisión conservadora y prudente, se convierte en un riesgo silencioso en un contexto de subida constante de precios. La inflación, ese enemigo que no avisa, actúa de forma paulatina pero implacable.

De hecho, el economista Juan Ramón Rallo advierte de que la pérdida de poder adquisitivo es una realidad matemática. Una inflación sostenida del 2% o 3% anual implica directamente una devaluación del dinero ahorrado. Esto se traduce en una pérdida constante de valor, un fenómeno que convierte la inacción en una decisión financiera perjudicial, incluso cuando se cuenta con un patrimonio inmobiliario que ha sido tradicionalmente un pilar de la economía familiar española.

La advertencia de Rallo: el empobrecimiento silencioso

En este sentido, el economista no se anda con rodeos para describir esta situación. Su mensaje, lanzado durante una intervención en el canal de Uri Sabat, es una sacudida directa a la conciencia del ahorrador con una frase tan breve como contundente: "Te estás empobreciendo". La advertencia va más allá de la simple ausencia de rendimientos; apunta a una merma real y tangible de la capacidad de compra de nuestro propio dinero.

Por ello, la recomendación de Rallo es clara: es fundamental explorar otras alternativas de inversión que permitan, como mínimo, batir a la inflación. El objetivo no es otro que poner el capital a trabajar para que no solo conserve su valor a lo largo del tiempo, sino que también tenga la oportunidad de crecer. Depender exclusivamente de los depósitos bancarios y el patrimonio inmobiliario supone, en definitiva, una limitación considerable para asegurar un futuro financiero verdaderamente sólido.