Lucha contra el déficit

La Comisión Europea nos pide el suicidio

La Razón
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La Comisión Europea se empeña en que nuestra salvación viene de la mano de una reducción del gasto a ultranza para conseguir que nuestro déficit presupuestario sea menor.

Si nos atenemos a los resultados hasta ahora conseguidos, no estaría yo tan seguro de que su intención sea salvarnos y más bien me inclinaría a pensar que lo que pretenden es solo proteger las cuentas de los acreedores centroeuropeos. Aunque por el camino que van ni siquiera eso va a estar garantizado.

Vuelven a insistir en que necesitamos subidas de impuestos en algunos tramos del IVA y en impuestos especiales como el de hidrocarburos. Quieren que la edad de jubilación de los cada vez más escasos trabajadores se retrase, y pretenden que se avance en la flexibilización del mercado laboral, a pesar de que hasta ahora y como no podía ser de otra forma, lo único que ésta ha traído consigo es mayor desempleo.

El Gobierno de España intenta de todas las maneras posibles que se le conceda mayor flexibilidad en los objetivos de déficit a sabiendas de que la grave enfermedad que la economía española padece requiere más estimulantes que depresores, pero hasta el momento recibe caso omiso de las autoridades europeas.

Cada vez es mayor la coincidencia de que en al menos en el caso de España no se puede seguir con estas testarudas políticas restrictivas que no dejan de destruir empleo y que impiden el desarrollo de una deteriorada demanda doméstica.

No se trata ya de una cuestión ideológica, ya no hablamos de enfrentamiento entre keynesianos y neoliberales, es más una cuestión de sentido común, la de darse cuenta que con más de cinco millones de desempleados y una caída del PIB cercana al 2% no se le puede exigir a ningún gobierno del mundo que suba los impuestos. Es una petición de suicidio por nada.