Bruselas
La luz, más cara pese al arreglo del déficit eléctrico
La titulización de los 3.600 millones no impedirá una nueva subida del recibo a partir de enero. El sector estima que el alza podría rondar el 3,5%
Todos los caminos conducen a Roma, excepto cuando se transita por los de la economía española. Entonces, todos acaban en el déficit público. El ejemplo más reciente es el que ha ofrecido esta semana el sector eléctrico, que ha visto cómo de un día para otro le escamoteaban 3.600 millones de euros comprometidos en los presupuestos para acabar con el conocido como déficit de tarifa. La razón de este movimiento de última hora: cuadrar las cuentas públicas, que en el caso de España equivale a decir cumplir con el objetivo de déficit.
Desde hace años, a las compañías eléctricas producir energía les cuesta más de lo que ingresan por las facturas de sus clientes, lo que ha generado un déficit en el sistema que rondará los 30.000 millones de euros a finales de año. Para atajarlo, el Ministerio de Industria aprobó una ambiciosa reforma energética que incluía recortes a las compañías, menos subvenciones a las energías renovables, subidas de la luz y una aportación del Estado de 3.600 millones de euros para cuadrar las cuentas del sector de este año como paso previo al equilibrio en 2014. Pero la última premisa no se ha cumplido. Durante el trámite de los Presupuestos en el Senado, se retiraron los 3.600 millones de euros para cumplir con el objetivo de déficit marcado por Bruselas para España.
Entre cargar al consumidor con una subida del 14% del recibo de la luz como reclamaban las eléctricas para cuadrar las cuentas del sector eléctrico o endosarle la carga por completo a las compañías, el Ministerio de Hacienda ha optado por una tercera vía ya empleada con anterioridad: titulizar. Es decir, permitir a las empresas que coloquen la deuda en el mercado con el aval del Estado para facilitar su venta. Ahora, Hacienda, Industria y las eléctricas negociarán para buscar un instrumento similar al Fade, el fondo a través del cual se colocó el déficit generado en años anteriores. A cambio, las compañías eléctricas se habrían comprometido a desistir de la batalla legal contra el Gobierno para que suba el recibo de la luz lo suficiente como para tapar el agujero eléctrico.
Pero aunque las compañías tendiesen la mano al Ejecutivo, la solución que Cristóbal Montoro pactó con las eléctricas mientras José Manuel Soria estaba en Bruselas no evitará casi con toda seguridad que el recibo de la luz vuelva a subir en enero debido al propio funcionamiento del sistema. No será un incremento tan vertiginoso como el 14% que demandaban las eléctricas, pero subirá. Según fuentes del sector, podría hacerlo en torno al 3% o 3,5% dado que prevén que el precio de la energía en los mercados mayoristas se incremente un 7%. En el recibo de la luz pesan casi a partes iguales este coste y los denominados peajes, la parte regulada por el Gobierno y que incluye aspectos como las primas a las renovables o los costes de transporte, distribución. El Ejecutivo ya ha anunciado que no tiene intención de tocar esta tarifa, por lo que la fluctuación del precio de la luz dependerá por entero de la evolución de la energía en el mercado mayorista, recortando la subida del recibo a la mitad de lo que ésta se incremente. Esta semana, se ha situado en máximos desde 2006, augurando incluso subidas del 13%. Sin embargo, las fuentes consultadas creen que, aunque la tendencia del precio es cierto que está al alza, no superará el 7%. El precio, que se establecerá en la subasta (Cesur) que se celebrará el próximo día 19, se fija en función de las expectativas de lo que se cree que va a suceder en el periodo para el que se fija, en este caso, el trimestre enero-marzo. Para entonces, explican, lo más probable es que las centrales nucleares, las hidráulicas y el sector eólico, las tecnologías que suministran energía más barata, aporten mucha más producción de la que están volcando en este momento en el sistema, lo que posibilitaría la reducción de su precio. Además, se espera que para entonces la ola de frío que ha disparado la demanda estos meses se suavice. De materializarse, se trataría del cuarto incremento consecutivo y estaría en línea con los experimentados en agosto y octubre, que superaron ligeramente el 3 por ciento.
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