Finanzas

Las hipotecas a tipo variable perderán atractivo

El 68,4% de los préstamos hipotecarios constituidos en diciembre utilizó esta tipología, frente al 31,6% de fijas
El 68,4% de los préstamos hipotecarios constituidos en diciembre utilizó esta tipología, frente al 31,6% de fijaslarazon

Las subidas de las tasas encarecerán las cuotas de estos préstamos, que ofrecerán los bancos para que sean los clientes quienes asuman el riesgo de nuevas alzas

Casi las tres cuartas partes del ahorro total de los hogares españoles son inmuebles. La caída de los precios junto a las perspectivas de que estos suban de forma significativa y a la falta de rentabilidades que ofrecen los productos tradicionales puede llevar a muchas familias a plantearse la opción de comprarse una vivienda. Y las previsibles subidas de los tipos de interés restan atractivo a las hipotecas a tipo variable.

Mientras que los ya hipotecados a tipo fijo pagarán durante décadas una cuota estable, los hipotecados a tipo variable verán encarecerse sus mensualidades tras cada revisión. Y es que uno de los efectos más directos en los bolsillos del incremento de las tasas será la cotización del Euribor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España.

El 68,4% de las hipotecas constituidas en diciembre utilizó un tipo de interés variable, frente al 31,6% de tipo fijo, según los datos del INE. Y de seguir la tendencia, Pau A. Monserrat, economista de iAhorro.com, no descarta que el porcentaje de hipotecas fijas acabe superando al de variables. Sin embargo, asegura que el aumento de los tipos de interés, si la banca considera que será un escenario sostenido en el tiempo, provocará que las entidades vuelvan a ofrecer sólo hipotecas variables, «para que el riesgo de subida de tipos lo asuma el cliente. Mientras los bancos ofrezcan activamente tipos fijos es que sus departamentos de análisis consideran que el escenario más probable es de estancamiento de tipos». Monserrat asegura que las hipotecas a tipo fijo marcarán tendencia en el futuro, siempre que no haya una previsión de aumento sostenido de tipos.

Un aumento del tipo de intervención del BCE supondría un incremento de las referencias interbancarias, que se iría trasladando de forma paulatina a los préstamos hipotecarios a tipo de interés variable. No obstante, la subida de la cuota también dependería de las condiciones particulares en las que se contrató el préstamo –importe, plazo, índice de referencia utilizado y momento de la revisión–. Respecto a las hipotecas a tipo fijo, los préstamos no se verían afectados, pues el tipo permanece invariable, aunque las condiciones del tipo de los nuevos préstamos se verían alteradas, pues recogerían el aumento del precio del dinero.

El Euribor continúa anclado en terreno negativo desde hace prácticamente un año. Y eso que llegó a estar por encima del 5%. Pero en cuanto Draghi mueva ficha, la situación cambiará. «En hipotecas a tipo variable hay un margen de entre seis meses y un año para la subida de las cuotas». Dado que el efecto no es inmediato, Monserrat explica que una subida de intereses aumentará las cuotas que se pagan por una hipoteca, lo que influirá en el precio máximo que un cliente medio puede pagar por una vivienda. En otras palabras, «los tipos de interés más altos acaban afectado al precio de las casas, si no aumentan los salarios a un ritmo proporcional».

Por su parte, Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), opina que el hecho de que los tipos estén tan históricamente bajos es un aliciente a la contratación de fijos, ante una eventual subida. La cuestión, agrega, es que los fijos son más caros y, por tanto, si la subida de tipos es elevada, los fijos pueden quedar fuera de la capacidad de pago de una economía media.

El incremento de las tasas de interés beneficiaría a las hipotecas a tipo fijo, aunque depende del alcance del alza. Y es que, ante «un escenario de pequeñas y paulatinas subidas, pueden verse favorecidos para una parte del mercado que, por seguridad, está dispuesta a pagar un tipo más alto», apunta González.

RECOMENDACIÓN

Teniendo en cuenta las previsibles subidas de tipos que se producirán en el futuro, y pese a la necesidad de estudiar el perfil de cada familia que solicita una hipoteca para poder recomendar un tipo de financiación con garantía real, Monserrat piensa que «para clientes que pagan bien sus deudas, pero no tienen cultura del ahorro, una hipoteca a tipo fijo no muy por encima del 3% nominal es una magnífica decisión».

El presidente de la AHE, en cambio, destaca los plazos a los que suele contratarse una hipoteca, periodo en el que los escenarios de subidas de tipos se alternan con los de bajadas. Por ello, la elección dependerá de la percepción del riesgo que tenga cada cual. «Habrá quien piense que la diferencia entre un variable y un fijo es lo suficientemente alta como para tomar riesgo de variable. Pero habrá otros que consideren que la diferencia de precios es un seguro», puntualiza.