Portugal espera que la troika actúe como la CE aconseja y rebaje los ajustes

El Gobierno portugués reconoció que espera que los técnicos de la troika de acreedores que revisan el programa del rescate al país actúen como aconseja la Comisión Europea (CE), que hoy anunció que es posible reducir el ritmo de los ajustes.

"No solo como miembro del Gobierno, pero especialmente como portugués, me gustaría que los miembros de la troika, cuando vienen a Portugal, tengan la misma actuación que muchas veces los responsables máximos de los organismos internacionales tienen", manifestó hoy el ministro de la Presidencia, Luís Marques Guedes.

Marques Guedes aludió a las declaraciones del vicepresidente de la CE, Olli Rehn, quien aseveró hoy que existen condiciones para reducir el ritmo de los ajustes, aunque sin dejar de aplicar de reformas estructurales que favorezcan el crecimiento económico.

El ministro recordó además la posición de la responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, favorable a aliviar la austeridad en países como Portugal.

Para el miembro del Gobierno luso, la actitud, tanto de los técnicos que visitan Portugal procedentes de la UE como del FMI -organismos acreedores del rescate luso- es contraria a lo que públicamente proclaman los dirigentes de ambos organismos.

Desde mayo del 2011, cuando se firmaron las condiciones del rescate, Portugal ha cortado drásticamente gastos públicos en áreas claves como la Sanidad y Educación, ha aumentado los impuestos y ha forzado a privatizar algunas empresas públicas estratégicas con el fin de sanear las cuentas del país.

La economía está en recesión desde el 2011 y el paro se mantiene elevado (15,6 %).

A falta de siete meses para que acabe el programa del préstamo internacional, Portugal registra aún altas tasas para financiarse en el mercado, al contrario que Irlanda, otro país rescatado cuyas tasas a diez años se sitúan en torno al 3,5 %.

Los títulos lusos a este plazo cotizan en el 6 % de interés, un nivel considerado por los expertos como insostenible.

El desafío es saber cómo regresará el país a los mercados de forma plena en caso de que las tasas sigan altas.

Una de las soluciones puestas sobre la mesa sería un crédito preventivo -menos arduo que un rescate- que le evitase a Portugal choques en su vuelta a los mercados.