Renfe

Rebelión contra Renfe de las operadoras ferroviarias

Competencia muestra las quejas del sector de mercancías. Denuncian la posición dominante de la empresa estatal y la mala regulación

El sector ferroviario de mercancías expone sus quejas contra Renfe / Reuters
El sector ferroviario de mercancías expone sus quejas contra Renfe / Reuterslarazon

Competencia muestra las quejas del sector de mercancías. Denuncian la posición dominante de la empresa estatal y la mala regulación.

Las empresas ferroviarias de mercancías que operan en el mercado español se han plantado ante lo que consideran una posición dominante de Renfe en el sector, que está lastrando su capacidad de desarrollo y coartando sus planes de crecimiento. Así se lo han hecho saber a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a través de una encuesta.

Las doce principales compañías del sector –Acciona, Comsa, Continental, Ferrovial, Logitren, Low Cost Rail, Tracción Rail, Transfesa y Medway, junto a la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (Aefp)– denuncian que la posición de privilegio de Renfe les obliga a «operar en nichos muy reducidos de mercado» y «limita su capacidad de crecimiento empresarial». También ponen énfasis en la situación del transporte de mercancías, que causa «un profundo descontento» entre las empresas que ofrecen el servicio.

Las principales quejas de los operadores se centran en el servicio de la red. Es el caso del uso de locomotoras interoperables, que son mucho más caras, por lo que sólo Renfe tiene capacidad y diponibilidad para adquirir este tipo de material homologado para prestar servicios internacionales de transporte de mercancías. Ello conduce a que el resto de empresas tengan que alquilar esta maquinaria a través de Renfe Alquiler de Material Ferroviario, creada para este fin y que no tuvo demasiado éxito en su intento de vender equipos usados. Las operadoras consideran que el acceso al material rodante está limitado y la oferta es extremadamente rígida, lo que origina problemas de escasez, especialmente de locomotoras.

Tampoco sale muy bien parada la Administración, a la que culpan de una inadecuada regulación para acceder al mercado y por los plazos para la concesión de licencias y certificaciones. Asimismo, señalan que el esfuerzo inversor del Gobierno es insuficiente y que prima el transporte por carretera por encima del ferrocarril.