Agricultura

La sequía y el calor reducirán la próxima cosecha de cereales

Sin lluvias, también se resentirá la producción de aceite de oliva

 El pantano de Sau, en el término de Vilanova de Sau (Barcelona) está al 9% de su capacidad
El pantano de Sau, en el término de Vilanova de Sau (Barcelona) está al 9% de su capacidadDavid BorratAgencia EFE

Las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días, junto a la sequía que se prolonga desde hace varios meses, han provocado ya importantes daños en las parcelas sembradas de cerealesen toda la mitad sur de la Península (Andalucía, Extremadura y gran parte de Castilla La Mancha), Aragón y Cataluña. Eso se traducirá en una reducción de los rendimientos de la próxima cosecha, que comenzará a segarse dentro de poco más de un mes en las zonas más tempranas. Los trigos en Andalucía, la cebadas en Castilla-La Mancha y ambos cereales en Extremadura son los cultivos que han registrado más daños hasta ahora.

Este, el de la sequía, va a ser uno de los asuntos recurrentes de esta primavera y comienzos del verano y se trata también de uno de los problemas más graves que tiene el campo español en estos momentos. Los cereales no son los únicos cultivos afectados por la climatología adversa. La situación también es preocupante en el caso del olivar, con los árboles muy afectados por la sequía y las altas temperaturas en el momento previo a la floración; sin flor no habrá aceituna. En caso de que no llueva de forma inminente, la producción de aceite de oliva durante la próxima campaña podría ser inferior incluso a la de la actual, que ya ha tenido un recorte de más del 50% sobre los 1,4 millones que se alcanzaron durante la 2021-22.

A este problema hay que añadir la escasez de las reservas de agua en los embalses y la nieve en los sistemas montañosos. Los pantanos se encuentran a poco más de la mitad de su capacidad justo cuando llega la época de más consumo por las campañas de riego. Esta situación se agrava porque en las montañas prácticamente no hay reservas de agua en forma de nieve y por esta vía no aumentará el nivel de los embalses cuando finalice el proceso de deshielo en las próximas semanas.

La única posibilidad de que esta grave situación se pueda arreglar es que llueva de manera significativa en lo que resta de primavera, algo que las predicciones meteorológicas no contemplan de momento. Visto lo anterior, las diversas campañas de regadío se presentan muy complicadas. Por otro lado, tampoco se deben descartar restricciones para abastecimiento domiciliario.

Todo ello debería tener su reflejo en el mercado interior de los cereales, que durante las últimas semanas se ha caracterizado por una fuerte tendencia a la baja debido a la abundancia de la oferta procedente del exterior. Ucrania es uno de los orígenes de las importaciones españolas. En estos momentos los precios en el mercado son muy inferiores a los que se registraron hace un año por estas mismas fechas.