Fraude de hidrocarburos de Aldama

Opinión
El reciente recorte en Francia, consistente en la congelación de las pensiones, la supresión de 3.000 empleos públicos y la reducción del gasto para ahorrar unos 44.000 millones de euros, es una decisión, evidentemente disfrazada de «medida responsable» para proteger la economía nacional, buscando reducir el déficit del 5,8% del PIB en 2024 al 2,8% en 2029, en un contexto donde la deuda pública representa ya un 114% del PIB.
Esto revela la repetitiva receta política de justificar sacrificios hoy por supuestas ventajas mañana que nunca se alcanzarán y mientras tanto, los jubilados franceses se encuentran ante una cruda realidad en la que la calculadora les dice que deben apretarse aún más el cinturón, como si tras años de contribuciones no estuviera ya lo suficientemente ajustado.
Lo más fascinante del asunto es observar cómo, en paralelo, el lenguaje gubernamental hace piruetas semánticas para evitar la incómoda palabra «recorte». Se habla de «congelación», de «sostenibilidad», de «equilibrio presupuestario» y hasta de un heroico esfuerzo colectivo. Pero bajo todas esas capas de maquillaje lingüístico, sigue estando el hecho frío e innegable, que quienes menos pueden permitírselo acaban financiando las consecuencias de unas políticas que ellos mismos no votaron.
En España, deberíamos tomar nota, porque cuando un vecino tan cercano toma medidas drásticas, suele marcar el camino que otros gobiernos podrían considerar. No es difícil imaginar que las medidas francesas puedan servir de modelo para futuros ajustes en nuestro país, disfrazados de responsabilidad colectiva, ya que nuestra situación económica no difiere tanto de la francesa: deuda pública elevada, presión fiscal creciente, gasto público desbocado y un sistema de pensiones cuya sostenibilidad está constantemente en entredicho.
Como siempre, en política económica la creatividad es escasa y las ideas se copian cuando se trata de equilibrar las cuentas. Y sabemos como se hace, subiendo impuestos. Eso sí, con nombres creativos como ajuste responsable o contribución solidaria.
Juan Carlos Higueras es doctor en Economía y vicedecano en EAE Business School
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