Industria ferroviaria
Talgo encarga una auditoría externa para analizar las causas de la avería de los trenes Avril de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona
Una de las cinco unidades que prestaban servicio sufrió una fisura en un bogie, lo que condujo a la retirada de todos y la suspensión del servicio Avlo de Renfe en el corredor
Talgo está analizando muy en detalle qué ocurrió para que, el pasado mes de julio, apareciese una fisura en un elemento del bogie tractor denominado bastidor de uno de los cinco trenes Avril que prestaban el servicio Avlo-el de bajo coste de Renfe- en la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona. Y para hacerlo, no ha dudado en recurrir a análisis externos.
Según aseguran fuentes al tanto del asunto, el fabricante ferroviario ha contratado los servicios de una empresa externa para que investigue, en paralelo a sus pesquisas, los motivos de una deficiencia que ha llevado a Renfe a apartar temporalmente de la operativa a los cinco Avril y le ha obligado a suspender el servicio Avlo en el corredor desde principios de septiembre.
Con su recurso a expertos externos, la compañía quiere asegurarse un análisis independiente que no deje rastro de duda sobre los motivos de una avería que ha tensado más todavía la relación entre el fabricante y Renfe, pero también con Adif. Talgo, según una comunicación interna reportada por Europa Press, ha establecido "una línea de causalidad entre estas fisuras y el mal estado de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona". "Los problemas de nivelación horizontal en esa línea y las aceleraciones verticales que provocan sobre la rodadura pueden, por repetición, causar el modo de fallo por fisura en el bastidor del bogie", asegura.
El fabricante prosigue, según esta información, que no hay "hallazgos que relacionen las fisuras con fallos de diseño o materiales o fabricación o validación", y concluye que "todos los parámetros" han sido "los deseados conforme a especificación normativa y de cliente".
El fabricante no es el único que duda del estado de la línea. Desde el principal sindicato de maquinistas (Semaf) también han apuntado que la infraestructura no estaría en las mejores condiciones y que podría haber sido la causante de los problemas de los Avril. En agosto, Semaf solicitó de hecho al gestor de la línea, Adif, reducir la velocidad en el corredor hasta los 250 kilómetros por hora. A su entender, la vía tendría pequeños defectos que hacen que los trenes vibren ligeramente cada muy poco tiempo, lo que provocaría un traqueteo constante que hace aconsejable reducir tal velocidad.
Adif defiende el estado de la línea
El administrador de la infraestructura, sin embargo, ha negado cualquier anomalía. Fuentes de la compañía han informado de que la línea ha sido inspeccionada y de que "se ha hecho un informe que se ha remitido a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria". El documento, según añaden, asegura que "la línea está en perfectas condiciones de seguridad para ser explotada a la velocidad que se explota actualmente".
Mientras persiste la incógnita del motivo de las fisuras, los Avril siguen en las cocheras de Renfe. Aunque a mediados de septiembre Renfe ya había reemplazado los bogies de cuatro de los cinco Avril de sus Avlo, la operadora pública no tiene intención de volver a ponerlos en servicio hasta no haber esclarecido por completo lo ocurrido.
La suspensión del servicio Avlo ha provocado que el precio medio de los billetes se haya disparado un 40% en este corredor en el mes de septiembre, según datos de la plataforma de venta de billetes Trainlinte. Renfe afirmó en un principio que la supresión obedecía, sobre todo, a que el producto AVE se adapta mejor al perfil del cliente de negocios que viaja entre Madrid y Barcelona. Sin embargo, el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, ha asegurado que trabajan en una "solución de urgencia" para recuperar cuanto antes los Avlo en la línea que más viajeros tiene de la red de alta velocidad.