La eurozona se juega mañana lunes su futuro. Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la moneda única se reúnen en Bruselas en una cumbre extraordinaria y trascendental que tiene como objetivo zanjar la crisis griega. Aceptar las condiciones impuestas por la UE o rechazarlas parece la única opción para Atenas, aunque todo apunta que el Gobierno de Alexis Tsipras llegará con alguna concesión para evitar el impago.

«Intentaremos complementar nuestra propuesta para poder acercarnos a una solución», señalaba el ministro de Estado griego, Alekos Flabouraris, en declaraciones a la cadena de televisión Greek Mega. «No iremos con la vieja propuesta. Se ha hecho algún avance para ver si podemos encontrarnos en un punto, para poder conseguir una solución beneficiosa para todos», añadía. Ayer, Tsipras se reunió con tres de sus ministrospara perfilar dicha oferta y hoy podría concretarla el gabinete.

Los contactos entre los líderes son continuos durante todo este fin de semana. Se han sucedido entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro griego. Tsipras tendrá que tomar una decisión para controlar la fuga de capitales, que podría poner en un aprieto a los bancos de su país. Paralelamente, el presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, conversarán de cara a marcar una línea común que trasladar a Atenas.

De la cumbre se espera un mensaje político, que tendrá que ir respaldado con medidas concretas que puedan ser detalladas a un nivel técnico. Ha sido decisión del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocar una cumbre al más alto nivel en exclusiva para tratar la crisis helena y los ánimos no están como para perder el tiempo. De ahí que los ministros de Finanzas se reúnan en un eurogrupo previo a la cumbre para solventar la parte técnica. Yanis Varufakis será quien dé las claves como ministro griego de Finanzas, aunque se le apartó de las negociaciones con la Troika.

Oferta definitiva

Desde las instituciones europeas no se moverá un ápice la oferta enviada a las autoridades griegas. Se considera una oferta «buena, justa y moderada» y se espera, por lo tanto, que sea Grecia quien mueva ficha y acepte lo que tiene sobre la mesa o, en su defecto, proponga medidas serias que tengan un impacto similar a las que propone Bruselas.

«Esto no es un juego y no hay tiempo para juegos. Es la realidad, con posibles consecuencias, sobre todo para el pueblo griego. Tenemos que garantizar que todos entendemos la posición de los otros y las consecuencias de nuestras decisiones...

Debemos evitar cualquier ilusión de que habrá una solución mágica al nivel de los líderes. La cumbre no será el último paso. No habrá decisiones técnicas detalladas. Eso sigue siendo el trabajo de los ministros de Finanzas», señalaba Tusk.

Desde el Instituto Peterson de Economía Internacional, Grecia sólo puede aceptar la oferta de las instituciones «o no podrá abrir los bancos la mañana del martes», señalaba a Reuters Jacob Funk Kirkegaard, quien recordaba la huida de depósitos de los bancos griegos y la disposición del Banco Central Europeo para reducir los préstamos de emergencia ELA. Grecia no tiene otra alternativa.

Atenas perdió la oportunidad de llegar a un acuerdo en el eurogrupo del pasado jueves, a falta de doce días para que cumpliera su rescate actual. La fecha límite del 30 de junio es clave, no sólo porque concluye el actual programa de rescate, sino porque Atenas tiene que hacer frente al pago de 1.500 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI). Si cerrara un acuerdo el lunes con sus acreedores podría desbloquearse el último tramo del rescate por importe de 7.200 millones de euros, necesarios según fuetes europeas para no incurrir en un impago con la institución presidida por Christine Lagarde.

A pesar de que el ambiente se tensa cada vez más en Bruselas, los encuentros más suaves los han protagonizado, por contra, los líderes de Gobierno. Angela Merkel y Alexis Tsipras se han visto en varias ocasiones y en todas sus citas han templado siempre los ánimos.

El drama griego ha ido pasando por etapas que han llevado de la histeria a la tranquilidad, y de nuevo a la histeria. Todos los ultimátum y fechas límite para cerrar un acuerdo con las instituciones europeas llevan posponiéndose desde finales de abril. Se lleva hablando de la última oportunidad para Grecia desde el mes de abril pero la experiencia dice que los plazos con Grecia se han ido cumpliendo y no ha pasado nada. Parece que el lunes podría ser la definitiva.

Lo que pide la Troika

- Racionalización de las pensiones para ahorrar unos 1.800 millones de euros al año.

- Reforma del IVA para dejarlo únicamente en dos tipos: 11% y 23%, con muy pocos productos en el tipo bajo.

- Ligar salarios a productividad y modernizar las tablas salariales de los funcionarios para que se ajusten a sus responsabilidades.

Lo que ofrece Grecia

- Reforma del IVA, con tres nuevos tipos: 6%, 13% y 23%.

- Mantener el sistema de pensiones tal y como está para que los jubilados no pierdan poder adquisitivo.

- Reestructuración de su deuda, que alcanza el 180% de su PIB.

- Mantener el mercado laboral y la administración como está para no tocar los sueldos.