Editorial

Al servicio de España y de los españoles

No es preciso aguardar a que el electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, venga con las reclamaciones para considerar un aumento de gasto en la Defensa nacional.

Sánchez felicita la Pascua Militar y reconoce el "compromiso" de las FFAA, que trabajan por los afectados por la dana
Sánchez felicita la Pascua Militar y reconoce el "compromiso" de las FFAA, que trabajan por los afectados por la danaEuropa Press

La celebración de la Pascua militar, ceremonia instaurada en 1782 por Carlos III para conmemorar la reconquista de Menorca a los ingleses, se ha convertido en uno de los actos institucionales más señalados del calendario oficial, entre otras razones, porque celebra a la gran familia militar, una de las instituciones del Estado que más aprecio y respeto despiertan en el conjunto de la sociedad española.

En esta ocasión, como destacó Su Majestad Don Felipe VI, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, con más motivo si cabe, puesto que la ciudadanía tiene presente la ingente y sacrificada labor que están llevando a cabo los hombres y mujeres de los Ejércitos y de las Fuerzas de Seguridad para hacer frente a las terribles consecuencias de la tormenta que arrasó el sureste de España, especialmente, Valencia, en lo que, sin duda, ha sido el mayor despliegue logístico militar en territorio nacional y en tiempo de paz de nuestra historia reciente.

Un despliegue, como también señaló el Rey, que deberá prolongarse en el tiempo ante la extensión de los daños y la dificultad de acometer la reconstrucción de las miles de viviendas y de las infraestructuras arrasadas por las aguas. Desde la tragedia, el Jefe del Estado viene demostrando su profunda preocupación por las víctimas y su decidida voluntad de contribuir desde su alta posición a la reparación rápida de los daños materiales, pero, también, a trasladar a las poblaciones afectadas la realidad de una Nación dotada de instituciones públicas fuertes, capaces de afrontar las peores dificultades y obligadas a ello en razón de su obligación de servicio al bien común por encima de ideologías o parcialidades políticas.

Esta idea, que ya fue el eje del discurso navideño de Su Majestad, ha vuelto a impregnar la intervención Real, pero desde la feliz constatación de que los hombres y mujeres que forman parte de nuestras Fuerzas Armadas representa la nobleza, la capacidad y el compromiso que hacen del servicio a España y a los Españoles una vocación y una razón de vida. Un ejemplo, en suma, para el resto de quienes trabajan al servicio del Estado y de las instituciones públicas, no siempre, todo hay que decirlo, tan bien considerados por la sociedad española como los militares y los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. De ahí, que sea oportuno recalcar que no sólo del reconocimiento popular viven los soldados de España.

Que las Fuerzas Armadas, comprometidas en la OTAN con la estabilidad y la paz internacional, necesitan un mayor respaldo social y político para hacer frente a los tremendos desafíos estratégicos que las nuevas tecnologías –como se está demostrando en la guerra de Ucrania– plantean a la eficacia y operatividad de los ejércitos. No es preciso aguardar a que el electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, venga con las reclamaciones para considerar un aumento de gasto en la Defensa nacional.