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Educación

La transición energética llega a la formación dual

Los grados en energías renovables ganan protagonismo en la oferta académica

La FP dual combina desde el primer día formación académica y profesional FREEPIKLA RAZÓN

La transición energética está redibujando las necesidades laborales en todo el país. Por hacernos una idea, se calcula que España necesitará unos 181.000 empleosadicionales en los próximos quince años, especialmente vinculados a ámbitos como los nuevos combustibles, la eficiencia energética, la robótica industrial o el mantenimiento de infraestructuras renovables.

Este escenario cobra mayor relevancia a la luz de la empleabilidad de los titulados. La Formación Profesional Dual, otrora a la sombra de los estudios universitarios, atraviesa una etapa de auge en España, marcada por un crecimiento sostenido en la matriculación y un papel decisivo en la transformación del mercado laboral. El último informe oficial del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes señala que en el curso 2024-2025 se han registrado 1.188.901 estudiantes en FP (lo que supone un aumento del 4,7% respecto al año anterior) con un marcado avance en el Grado Superior, que supera los 626.000 matriculados.

Además, los últimos análisis de inserción laboral evidencian que los graduados en FP Superior disfrutan de una tasa de empleo del 79,5%, 4,9 puntos por encima de la FP de Grado Medio. Además, las tasas de paro son inferiores: 12,6% en FP Superior frente al 16% en Grado Medio. Este diferencial es aún más notable en las ramas técnicas asociadas a la transición energética y la digitalización industrial. Las compañías del sector energético, sabedoras de la rápida evolución y las exigencias regulatorias, ya articulan sus estrategias de captación de talento mediante colaboraciones con centros de FP Dual, especialmente cerca de sus polos industriales. Se calcula que cerca del 70% de las nuevas incorporaciones a grandes refinerías, como las de Repsol, proceden directamente de esta vía formativa. «La FP Dual es una estrategia educativa efectiva que no solo brinda a los estudiantes habilidades prácticas, sino que también responde de manera ágil a las dinámicas cambiantes del mercado laboral», afirma Luisa Roldán, responsable de FP Dual en Repsol. La compañía energética fue pionera en la implantación de la FP Dual. Desde la publicación de la ley en el año 2012, más de 1500 alumnos han podido formarse en las instalaciones de la compañía.

La FP Dual, a diferencia de los itinerarios educativos convencionales, sintoniza con las demandas del tejido empresarial porque articula la formación técnica con la práctica laboral mediante estancias en empresa que cubren desde el 35% del currículo. Esta fórmula permite una inserción más fluida y garantiza que los egresados lleguen al mercado laboral con, al menos, un año de experiencia en entornos reales y unas competencias directamente alineadas con los retos inmediatos de la transición energética.

Actualización académica

Los últimos años han sido testigos de una profunda actualización de la oferta de titulaciones de FP precisamente para dar respuesta a la revolución energética y tecnológica.

El Ministerio de Educación ha lanzado casi 50 nuevas titulaciones desde 2018, orientadas a sectores emergentes como la electromovilidad, el almacenamiento energético, la inteligencia artificial aplicada a la industria y los sistemas de producción sostenible. Este dinamismo se traduce en la creación de programas específicos para formar técnicos de mantenimiento y operación en plantas de energías renovables, especialistas en eficiencia energética, y expertos en química industrial con enfoque en la producción de energía.

Además, el Ministerio también ha puesto en marcha el Hub de Energía Verde, un proyecto que busca preparar a las nuevas generaciones para los nuevos retos de la transición energética. Repsol se sumó a esta iniciativa en 2024 y, junto a otras grandes empresas del sector, ayudará a formar a quienes serán las y los profesionales del futuro en este ámbito que cada vez tiene más peso.

Estas nuevas titulaciones acompañan el crecimiento de las inversiones en gigafactorías de baterías, nuevos polos de hidrógeno renovable y la digitalización de las infraestructuras energéticas. Las empresas esperan perfiles híbridos: personas capaces de aplicar tecnologías de vanguardia, implantar medidas de ahorro energético y gestionar procesos con visión transversal, desde la producción hasta la auditoría de la huella ambiental.

Variedad de perfiles

Una de las cosas que más llama la atención de este nuevo rumbo que está tomando la FP es el aumento de las matriculaciones femeninas. De hecho, la presencia de mujeres ya alcanza cerca del 40% en prácticas de FP Dual en sectores tradicionalmente masculinizados, algo que está muy bien valorado por las empresas energéticas y tecnológicas, quienes ven en la diversidad un valor añadido que favorece la creatividad y la innovación en un sector en perpetua transformación.

La apuesta decidida por la FP Dual se alinea, además, con el despliegue de los fondos europeos Next Generation, que destinan cerca del 13% de los recursos del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia (unos 9.000 millones de euros) a la mejora y modernización de la formación profesional con un claro enfoque en la transición energética. El impulso no es baladí: el desafío de la descarbonización, la electrificación del transporte y la implementación masiva de nuevas infraestructuras digitales sitúan a las antiguas «titulaciones técnicas» en la primera línea del cambio.

Las nuevas demandas del sector energético están redefiniendo el estatus de estas titulaciones, situándolas como herramienta de referencia para una generación de técnicos que, lejos de seguir caminos rígidos, se forman en contextos de cambio continuo.