Política
Thatcher, una dirigente de otra época
Icono de liberalismo para unos y liquidadora del Estado de bienestar para otros, Margaret Thatcher no deja indiferente a nadie. Su muerte el pasado 8 de abril ha vuelto a polarizar Gran Bretaña entre partidarios y detractores de la primera mujer que llegó al número 10 de Downing Street. Durante sus once años como primera ministra, Thatcher se esforzó por contradecir la frase de San Francisco con la que inauguró su mandato: "Donde haya discordia, que podamos llevar armonía". Y es que para cumplir su programa político, a la "Dama de Hierro"no le importó enfrentarse a los sindicatos, la oposición laborista, los nacionalistas irlandeses o sus socios europeos. Para "Maggie", el compromiso equivalía a la cesión, a la claudicación.
Precisamente, esta seguridad en sí misma y su rechazo a dar su brazo a torcer precipitaron su caída en el otoño de 1990, cuando una revuelta dentro del partido "tory"acabó con la mujer que les había hecho ganar tres elecciones consecutivas. Así es de desagradecida la política. Y más cuando el enemigo a batir es una "outsider"orgullosa de ser la hija de un tendero. La líder conservadora transformó hasta tal punto Reino Unido que los laboristas tuvieron que asumir parte de su legado para regresar al poder de la mano de Tony Blair en 1997. Su "tercera vía"personificaba una izquierda centrista liberada de la endémica subordinación a los sindicatos.
Equivocada o no, la figura de Thatcher nos hace retrotraernos a una época con auténticos líderes políticos capaces de tomar decisiones valientes, aún a riesgo de perder el poder. François Mitterrand, Helmut Kohl, Jacques Delors y la propia "Maggie"pasarán a la historia por haber acabado con la Guerra Fría e impulsado la integración europea. A diferencia de los actuales líderes europeos, Thatcher actuaba en regla a sus convicciones, sin ser esclava ni de sus asesores ni de los sondeos. Y este mérito debemos reconocérselo incluso quienes nos situamos en sus antípodas ideológicas. ¡Cómo ha cambiado la política en veinte años!
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