El «striptease» de Aniston

Pasará a la historia por ser la película en la que Jennifer Anniston hace un sensual (y muy sexual) baile de «striptease» a sus 44 años... Y quizá sólo por eso. Se estrena «Somos los Miller» y su director, Rawson Marshall Thurber, nos explica cómo fue rodar con «la mujer más erótica» que ha conocido jamás.

–¿De dónde procede la idea de la película?

–Los guionistas me la enviaron y pensé que era original e inteligente, y que podríamos construir una comedia diferente. El guión era divertidísimo; creo que me reí en voz alta cuatro veces mientras leía, algo que nunca me ocurre porque la mayoría de los que recibo son terribles, no tienen gracia... O ambas cosas.

–¿Cambió mucho el original después de que usted lo reescribiera?

–La mayoría de la gracia estaba ya ahí. Tenía bastante actitud, era chocante, fresco y divertido, así que cuando New Line me ofreció dirigir la película, en seguida dije: «Sí, me encantaría». Lo único que hice fue retocar un poco la estructura, desarrollé el personaje de Kenny y su romance, y luego añadí la escena del «striptease» de Jennifer Anniston.

–¿Cómo fue rodar esa escena?

–Absolutamente genial. Creo que ella es la mujer más erótica del mundo...

–¿De qué trata el filme?

–Jason Sudeikis interpreta a David Clark, un camello en una ciudad pequeña que se mete en una serie de problemas y, para evitarlos, crea una familia ficticia para cruzar la frontera hasta México sin levantar sospechas. Para ello, le pide ayuda a su vecina, Rose, bailadora de «striptease» (Jennifer Anniston), y a dos jóvenes con problemas, Casey (Emma Roberts y Kenny (Ed Helms), mi personaje favorito.

–¿No cree que muestra un concepto cínico de la familia?

–Creo que plasma la importancia de la familia. Creo que cada uno puede elegir su propia familia.

–¿Cómo fue la experiencia con Jason Sudeikis? El personaje parece pensado para él...

–Creí lo mismo cuando leí el guión. Soy muy fan de él desde hace tiempo porque tiene una gran habilidad interpretativa, es divertido y, además, encantador.

–¿Había buena química entre él y Jennifer Anniston?

–Muy buena, y eso lo agradezco, porque no es algo que el director pueda crear. Salió de forma natural, ellos eran amigos en lo personal y se sentían muy cómodos.

–«Somos los Miller» ha sido definida como vulgar y estereotipada. ¿Cree que es lo que el público espera de este tipo de películas?

–No estoy en absoluto de acuerdo con esas críticas. Es una cinta divertida, y aunque sí que puede haber algún estereotipo familiar, creo que el fondo es bueno y muy original.

–¿La comedia actual pide tanta carga sexual?

–No sé si es necesaria, pero lo cierto es que me gusta. Además, son límites que la gente quiere que se atraviesen. Aun así, no pretendía que fuera obscena.