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El tiempo en Navidad

Se revela el pronóstico meteorológico a largo plazo de España para la Navidad de 2025

Comenzará suave, pero el frío podría dejar su huella en la segunda mitad del invierno

Se revela el pronóstico meteorológico a largo plazo de España para la Navidad de 2025 La RazónLa Razón

Cada año, con diciembre más cerca, muchas personas comienzan a preguntarse cómo será el clima durante los próximos meses, especialmente con la vista puesta en las fiestas y celebraciones de invierno.

Este año, la pregunta vuelve a estar sobre la mesa: ¿Qué podemos esperar para los próximos meses?

Situación general del tiempo

En general, los grandes modelos meteorológicos estacionales presentan discrepancias en sus pronósticos para el invierno 2025-2026 en Europa, especialmente en las zonas montañosas de la Península Ibérica y los Pirineos.

Sin embargo, a pesar de estas diferencias, si se observan algunos patrones comunes como una ligera tendencia hacia temperaturas superiores a la media, precipitaciones irregulares y un comportamiento atmosférico fuertemente influido por la evolución del Atlántico.

El regreso de la niña

Tras un período de relativa estabilidad, La Niña ha regresado antes de lo esperado. Esta reaparición temprana, poco frecuente, podría modificar la circulación atmosférica global y, por ende, afectar la evolución del clima europeo en los próximos meses.

¿Qué es La Niña, cómo funciona y por qué es importante?

La Niña es la fase fría del ciclo ENSO (El Niño–Oscilación del Sur). Durante este fenómeno, las aguas superficiales del Pacífico central y oriental se enfrían por debajo de lo habitual, alterando los patrones normales de vientos y la circulación atmosférica a gran escala.

Este reajuste modifica la posición de los grandes centros de altas y bajas presiones, lo que repercute directamente en la trayectoria de borrascas y corrientes en chorro a lo largo del hemisferio norte.

La manera en que evoluciona la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) condiciona si el efecto de La Niña se traduce en inviernos secos y estables o en episodios más fríos y húmedos. En otras palabras, en determinados años, La Niña puede favorecer bloqueos anticiclónicos persistentes; en otros, facilita la entrada de aire polar y frentes atlánticos que reactivan las lluvias.

Desde 1950, la evolución del índice NAO muestra que, desde 2015, España ha permanecido mayoritariamente en fase positiva, lo que se traduce en una baja probabilidad de inviernos especialmente crudos.

El papel del vórtice polar

Otro factor clave en la evolución del invierno es el vórtice polar estratosférico, una enorme bolsa de aire extremadamente frío que circula sobre el Ártico.

Cuando el vórtice se mantiene sólido y bien estructurado, el aire frío permanece confinado en las regiones polares, favoreciendo inviernos más suaves en Europa. Por el contrario, si se debilita o se fragmenta, parte de ese aire puede desplazarse hacia latitudes medias, dando lugar a irrupciones polares repentinas que incrementan el frío de manera brusca.

Los modelos meteorológicos no descartan que, entre enero y febrero, pueda producirse un calentamiento súbito estratosférico, lo que aumentaría las probabilidades de un "vuelco" invernal.

¿Qué dicen los modelos?: temperaturas y precipitaciones estas navidades

Predicciones generales

Los principales modelos estacionales, como son el europeo ECMWF y el británico UKMO, sugieren por el momento que diciembre estará marcado por la presencia de altas presiones, con temperaturas ligeramente por encima de la media y precipitaciones inferiores a lo habitual en gran parte de Europa occidental.

Predicción estacional diciembre 2025ECMWFECMWF

No obstante, a partir de enero, el patrón atmosférico podría cambiar: El aire frío acumulado en las altas latitudes podría desplazarse hacia el sur, mientras que las borrascas atlánticas ganarían fuerza e intensidad.

De confirmarse este escenario, la primera mitad del invierno en España sería relativamente tranquila y bastante seca, mientras que la segunda mitad podría mostrar un carácter más invernal, con episodios de frío intenso, nevadas en las zonas montañosas y un aumento de las precipitaciones, especialmente en el norte y el este de la península.

En España

A día de hoy la AEMET se alinea con la hipótesis de un invierno al menos moderadamente templado en España, sugerida por los modelos europeos.

Según esta, existe una probabilidad relativamente alta (entre un 50 % y un 70 %) de que las temperaturas medias durante el período navideño, al menos hasta enero de 2026, sean más cálidas de lo habitual en la mayor parte de España.

Temperaturas invierno 2025/26AEMETAEMET

Esto sugiere un invierno al menos moderadamente templado en promedio, lo que podría marcar un contraste considerable con los inviernos más fríos de épocas pasadas.

En cuanto a lluvias, el trimestre diciembre‑enero‑febrero 2025/2026 la precipitación acumulada tiene una ligera tendencia al tercil seco en el suroeste peninsular. En el resto del territorio no existe una tendencia clara y homogénea. La agencia advierte de que las precipitaciones podrían mantenerse en torno a valores normales o mostrar variabilidad regional, dependiendo de la evolución de la circulación atlántica y otros factores climatológicos.

Precipitaciones Invierno 2025/26AEMETAEMET

En consecuencia, el invierno podría desarrollarse con lluvias modestas o irregulares en amplias zonas, sin descartar episodios puntuales de precipitaciones más intensas, especialmente si se producen bloqueos atmosféricos o frentes atlánticos activos.

Escenario meteorológico de las navidades españolas 2025/26

En resumen, el invierno 2025-2026 se perfila como un periodo de contrastes.

Comenzará con un ambiente más templado de lo habitual, ideal para quienes prefieren un inicio sin sobresaltos invernales, y evolucionará hacia fases más activas en la segunda mitad, donde las irrupciones de aire frío y los episodios de nieve podrían dejar estampas invernales relativamente memorables.

No se esperan extremos que pongan en riesgo a la población, pero sí suficientes detalles para mantener viva la emoción de la meteorología. Nevadas significativas en zonas altas, heladas localizadas y algún episodio puntual que nos recuerde el verdadero espíritu del invierno en la Península Ibérica y Europa occidental.

En general, será un invierno que nos invitará a disfrutar de la diversidad climática y del encanto de la estación blanca sin temperaturas demasiado extremas.