Elecciones autonómicas
Los «garbanzos negros» de Albert Rivera
En las listas de Ciudadanos hay candidatos imputados, condenados, tránsfugas y casos de nepotismo. El líder asegura que no puede poner «la mano en el fuego» por cada integrante de sus listas.
Ciudadanos se ha impulsado hacia arriba haciendo suya la causa de la regeneración democrática. Es la baza que incluso está jugando en Andalucía para justificar su decisión de no abstenerse en la investidura de Susana Díaz, y evitar así señalarse en su política de pactos antes del examen electoral del próximo domingo. Ese discurso, en el que el partido de Albert Rivera se presenta como el abanderado de la lucha contra la corrupción y del fin de la «vieja política», ha chocado con la realidad de unas listas en las que Rivera ha tenido que gestionar casos de imputados, condenados, tránsfugas, nepotismo y enchufismo. También se han producido denuncias de irregularidades en sus primarias y en la confección de las candidaturas.
Además, tanto el Tribunal de Cuentas como la Sindicatura de Cuentas de la Generalitat han denunciado las irregularidades y la falta de transparencia de las cuentas de Ciudadanos. En 2008, el máximo órgano fiscalizador del Estado criticó la falta de colaboración y de transparencia; en 2010, su contabilidad escapó de todo control porque no la presentó; en 2012 y 2013, el partido no ofreció la información requerida sobre donaciones y créditos. El PP recoge estas denuncias en sus argumentarios de campaña, la doctrina que reparte entre sus candidatos y cargos territoriales para que la utilicen en este último sprint hacia la meta electoral. «¿Cómo puede asegurar Ciudadanos que va a acabar con la corrupción si no es capaz de distinguir quién ocupa los puestos en sus listas ni de garantizar su valía y honradez? ¿Qué equipos de Gobierno cabe esperar de Ciudadanos?», sostienen en sus manuales de campaña. El análisis territorial que el PP hace de la estructura de Ciudadanos deja el siguiente retrato: Ciudadanos cuenta con pocos cargos electos, pero en «su lista» de imputados está el número dos, Jordi Cañas, que tuvo que abandonar su escaño en el Parlamento de Cataluña tras haber sido imputado por un delito de fraude fiscal de más de 429.000 euros. Cañas dejó su escaño, pero Ciudadanos le repescó como asesor en el Parlamento Europeo. El candidato de la lista de Ciudadanos a las pasadas elecciones europeas, Antonio Sánchez, está imputado en la Púnica. Tras difundirse la noticia, Ciudadanos emitió una nota en la que aclaraba que ni había sido ni era afiliado al partido, por lo que no podía tomar ninguna medida contra él. También el coordinador de la delegación territorial en Valencia, Fernando Mut, resultó imputado, esta vez en el caso Innova. Mut había sido líder del PP de Gandía y después había formado su propio grupo, Plataforma de Gandía. En julio de 2014 esa plataforma desapareció como partido y sus integrantes se afiliaron a Ciudadanos. Dos meses después Mut tenía que dimitir de todos sus cargos por la imputación.
Asimismo, el candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Almería, Miguel Cazorla, fue imputado por un delito societario, por apropiación indebida y por falsedad en documento mercantil. Pero fue absuelto el pasado mes de febrero. En las listas al Ayuntamiento de Valencia, Domingo Rojo también está imputado por un delito de imprudencia, pero se mantiene en la lista autonómica porque, según explican desde Ciudadanos, no se trata de un caso de corrupción, sino que está relacionado con su actividad profesional. En Cuenca, Rivera sí ha tenido que expulsar de sus listas a uno de sus candidatos, que se encuentra en libertad con cargos por presuntas amenazas y coacciones a un menor a fin de mantener relaciones sexuales. También tuvo que expulsar a su candidato a la alcaldía de Vélez Málaga, Juan de Dios Segura, condenado por la Audiencia Nacional en 2011 por comisión de «una falta grave, por el ejercicio de actividades privadas incompatibles con el ejercicio de sus funciones».
Descontrol en las listas
En Getafe se colaron en sus listas ex miembros de partidos de extrema derecha. Tres de los cinco dirigentes de su junta directiva habían pertenecido a los partidos ultraderechistas de Falange y España 2000. Eso llevó a la dirección del partido a montar una gestora. Además, el pasado mes de marzo, el candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Alcalá de Henares, Miguel Ángel Lezcano, se reunió con el presidente de la formación xenófoba y de extrema derecha España 2000. Una polémica imagen. Las salidas de tono han afectado a otros representantes, como al candidato a la presidencia del Principado de Asturias, Francisco Gambarte, que tuvo que renunciar tras haber escrito en Twitter que «se limpiaría el culo» con la bandera catalana. En Móstoles, fue destituido el candidato elegido en primarias, Pedro Benayas, por incorporar a la lista electoral a familiares y amigos en un claro caso de nepotismo. Posteriormente, varios miembros de la lista de Móstoles se presentaron simultáneamente como candidatos en las listas de otro partido, Tercera Vía. Esta última formación tiene como cabeza a Pedro Benayas, el candidato de Ciudadanos expulsado.
Irregularidades en las primarias y en la elaboración de las listas
El portavoz de Ciudadanos en Badajoz, Antonio Manzano, abandonó la formación después de que le arrebataran la candidatura al Ayuntamiento pacense y se despidió del partido de Albert Rivera con las siguientes declaraciones públicas: «Nada he encontrado en Ciudadanos de la regeneración política que propugnan y mucho menos de transparencia».
En Murcia, un grupo de afiliados envió a Rivera un manifiesto contra el «asalto» a las candidaturas de la comunidad. Una carta en la que denunciaban «irregularidades» con respecto a los estatutos. Estos denunciantes han abandonado Ciudadanos y han creado un nuevo partido: Ciudadanos de Centro Democrático (CCD).
El proceso de primarias ha sido denunciado en otras capitales, como León, donde varios militantes enviaron a la dirección quejas por las «flagrantes irregularidades» del sistema y por las «actitudes dictatoriales». Lo mismo ocurrió en Toledo, donde los militantes denunciaron ante la Comisión de Garantías del partido irregularidades en el proceso de las primarias para beneficiar al candidato «oficialista», Esteban Paños. En Marbella y Orense, entre otras localidades, Ciudadanos se ha quedado sin candidaturas tras no haber logrado salvar las crisis internas.
Transfuguismo
En la lista de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid está Eva María Borox, que fue expulsada del PSOE en 2007 tras ser acusada de haber afiliado a amigos y familiares del PP en la agrupación de Valdemoro. El entonces secretario regional del Partido Socialista de Madrid (PSM), Rafael Simancas, ordenó su expulsión. En Asturias, Ciudadanos ha fichado para su candidatura a Ignacio Prendes, que hasta hace nada era líder de UPyD en el Principado. Y un caso similar ha ocurrido en la candidatura a la alcaldía de La Coruña, donde Ciudadanos ha colocado al candidato de UPyD, Yago Folla-Cisneros, como cabeza de lista. En uno de los argumentarios que han salido esta semana de Génova, el PP recordaba a sus cargos públicos que Ciudadanos presenta un total de 20.000 candidatos y tiene cerca de 22.000 afiliados, es decir, que únicamente 2.000 de sus miembros no ocupan un cargo.
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