Elecciones generales
Rivera quiere ser presidente con todos y contra todos
Albert Rivera comienza la campaña «con ilusión». Motivado, seguro de que Ciudadanos es la alternativa y con unas encuestas del CIS a su favor donde le conceden hasta un ascenso de cinco puntos en un mes. Aunque el líder de Ciudadanos insiste en que las encuestas son fotos de cada momento, que está todo muy abierto y no pierde la idea ganar. La formación naranja se consolida como el partido emergente decisivo a la hora de constituir Gobierno.
El presidente de la formación naranja entra en campaña practicando la política de cercanía. Ayer mismo,en la jornada de puertas abiertas del Congreso de los Diputados, se dio un baño de cariño ciudadano. Al llegar, un visitante le gritó en los pasillos: «¿Hay que pagar impuestos por saludarle?» y Rivera, rápido de reflejos le respondió mientras le estrechaba la mano: «¿Hay que pagar muchos impuestos por muchas cosas y es importante hacerlo, pero por saludarme, no». Otro señor lloró al ver al líder que va votar «en carne y hueso». Era su primera aparición en la Cámara Baja y los ciudadanos que visitaban el hemiciclo le dedicaron aplausos y gritos de «presidente» y «guapo».
Rivera llega a la campaña siendo el líder mejor valorado en las encuestas y ha basado su comunicación política en aceptar todas las preguntas de las ruedas de prensa, debatir donde le llamen y conceder entrevistas. No piensa cambiar su estrategia durante la campaña electoral ni tampoco entrar en el «y tú más» ni en el «juego sucio». «Si ciudadanos tiene algo que traer a esta campaña es ese aire fresco y esas ganas de cambio sin insultar y sin criminalizar al rival», afirmaba ayer el presidente de C´s.
Después de convertir a su partido en la primera fuerza de la oposición en Cataluña, uno de sus triunfos sería responder a Artur Mas con los votos de los catalanes en clave nacional el próximo 20-D logrando ser la fuerza más votada de la comunidad. Ése sería incluso uno de sus retos personales y hasta le motiva que mientras el presidente en funciones de la Generalitat envíe sus cartas de independencia a Bruselas y la ONU, en las calles de Cataluña se vuelva a escuchar el «yo soy español, español».
Han pasado dos años desde lo que la formación naranja denomina «la conjura de los Goya», cuando en los teatros de Madrid que llevan este nombre decidieron impulsar el partido a nivel nacional. Entonces reconocía que asentarse en varias comunidades era una ardua tarea y ante las palabras de imposible el propio líder de C´s ha acuñado un lema con el que suele cerrar sus intervenciones «imposible es una opinión». También se apoya en una cita de Víctor Hugo: «No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo». Lanza un mensaje de ilusión, renovación, la «España del cambio» y apuestan por una segunda Transición. Su prueba de fuego llegará después del 21-D cuando, si no consigue ser la fuerza más votada, tenga que pronunciarse para investir un presidente.
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